Iñaki Zaragüeta

Polémica artificial

Me asalta la duda sobre si los nacionalistas vascos han tardado muy poco en adentrarse por la vereda de Artur Mas, la de crear polémica en torno a cuestiones ajenas a las preocupaciones ciudadanas, o si la polémica de las banderas es más artificial que real. Me sorprendería lo primero, porque ni Iñigo Urkullu ni su partido, el PNV, centraron su mensaje electoral en la guerra de los símbolos. Al contrario, la superación de la crisis económica y la apuesta por el futuro fueron los pilares.

Si la Consejería de Interior no ha dado orden de retirar las banderas españolas de las Comisarías de la Ertzaintza, tal como aseguró ayer, la solución es bien fácil, reponerlas, como sucedió en Erandio. Tampoco sería extraño que, conociendo la inmersión del abertzalismo radical en el entramado institucional de Euskadi, alguien pretenda dificultar la normal gobernación del Ejecutivo de Urkullu y distorsionar las relaciones con el de Rajoy.

No soy adivino, pero me inclino por que no será esa la apuesta del PNV, al menos a corto plazo. Allí, en el País Vasco, la economía preocupa y han comprobado que, sin la alteración terrorista, han soportado la crisis con alguna ventaja sobre el resto de España. Pero, cuidado, también han percibido que, con retraso, en estos momentos existe alguna variación en la dinámica empleo-paro, en perjuicio del primero y a favor del segundo. Por lo pronto, conviene a todos creer en la versión de la citada Consejería y esperar la prórroga del inmediato pasado para bien de la industria, la economía y la sociedad vascas. En cualquier caso, el tiempo desvelará la realidad. Así es la vida.