Jubilación

Robótica y empleo

La Razón
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Desde hace unos años ha surgido en Europa la preocupación por el sostenimiento de nuestro sistema de bienestar y muy especialmente el de los sistemas de protección social para los trabajadores, en particular el régimen de pensiones. La cuestión tiene que ver con el elevado coste que supone el mantenimiento de las mismas, unido a la grave crisis económica que hemos padecido y que seguimos arrastrando, junto al hecho de que el nivel de los salarios de los trabajadores en la actualidad es inferior al que tenían antes de la crisis, nivel que muy probablemente no recuperarán después de la misma, con lo que las contribuciones que realizan son y serán inferiores a las que antes recibía el sistema por un número similar de trabajadores cotizantes.

A esta situación se le une un aumento cada vez mayor de la población envejecida como consecuencia de la mayor esperanza de vida, que en algunos países presenta ya tasas negativas de crecimiento al ser mayor el número de fallecidos que el de nacidos. Y a todo ello se suma el que la tasa de población inmigrante está descendiendo como consecuencia de la crisis económica al no haber oferta de trabajo para ellos en nuestros países. Los datos son muy reveladores. Europa, según los estudios de la OCDE, tiene la mayor población de jubilados del mundo: 42 personas de más de 65 años por cada 100 trabajadores activos. Y en 2060 llegará al 65 %.

Y por si la situación no fuera lo suficientemente grave, a ella se va a sumar en los próximos años la incidencia que tendrán los avances tecnológicos en el empleo. La denominada cuarta revolución industrial ya en marcha, es la que incorpora la expansión cada vez mayor de la robótica en los procesos productivos. Esta nueva revolución va a suponer la sustitución de un elevado porcentaje de los empleos actuales por robots. En el caso de España según los estudios de la OCDE, se prevé la sustitución de un 12% de los empleos actuales, sólo superados por Alemania y Austria.

Teniendo en cuenta que nuestra tasa de paro está en la actualidad en el entorno de un 20% y que este 12% de empleos afectados por la robótica significan algo más de 2 millones de puestos de trabajo que desaparecerán, es evidente que estamos ante una situación que requiere la adopción de medidas profundas y serias con urgencia para garantizar las pensiones en los próximos años. Los países europeos participan de esta misma problemática y han empezado a tomar iniciativas que van todas en la misma dirección, que son similares a las que está tomando España. Todas ellas se centran en el hecho de que cada vez hay más pensionistas y menos cotizantes, y en que los pensionistas hoy tienen mayor esperanza de vida y por tanto muchos años por delante en los que percibir una pensión, debiendo encontrar fórmulas para hacerlas sostenibles.

Para hacer frente a la cuestión todos los países han optado por ampliar la edad de jubilación, al mismo tiempo que han aumentado los años de cotización necesarios para recibir la pensión, y han desligado la evolución anual de las pensiones a pagar de la evolución del precio de la vida, vinculándola a las disponibilidades económicas que tenga el Estado cada año. Junto a estas medidas se han introducido otras más concretas como planes privados de jubilación, sistemas de capitalización junto a los de reparto, combinaciones de pensiones reducidas con una actividad laboral, etc.

Todas estas medidas están siendo analizadas por los países de nuestro entorno. Pero ninguna de ellas, está contemplando el adicional que supone la sustitución de puestos de trabajo por la robótica, probablemente porque, la revolución industrial hizo que surgieran otras áreas de actividad que permitieron sustituir esos trabajos por otros que ocuparon aquellos trabajadores desplazados. Pero a medida que avanza la ciencia parece una probabilidad más que real que los robots, vayan desplazando al hombre cada día más sin que haya un trabajo sustitutivo.

Por este motivo es necesario que al buscar soluciones de cara al futuro se contemple también esta nueva situación, y se analicen todo tipo de medidas posibles e ingeniosas para hacerles frente. Y es necesario contemplarlas todas, haciendo que convivan sistemas privados y sistemas de capitalización incentivados fiscalmente, e introduciendo fórmulas novedosas como pueden ser el que las empresas tengan la obligación de cotizar también por las máquinas, los robots, al igual que lo hacen por el resto de los empleados, lo que permitiría recaudar mayores recursos para atender a la población jubilada En todo caso, no sólo no puede eludirse el problema, sino que no puede demorarse el encontrar fórmulas para su solución, y toda aportación a ello debe ser bienvenida yconsiderada.