Papel
Señoras y señores pasajeros
Después de una travesía con tantas adversidades, con el viento en contra, con una tempestad económica sin precedentes, con millones de españoles que estaban en una situación muy precaria –todavía quedan muchísimos que lo están pasando muy mal, y a los que hay que ayudar para que puedan salir de esa situación–, con un desempleo que crecía cada día y con riesgo de que no se pudieran prestar servicios esenciales como sanidad, educación o pensiones, hoy podemos asegurar que los servicios públicos están garantizados gracias al cambio que se inició en diciembre de 2011, y el próximo 20 de diciembre los españoles elegirán a quien pilotará la nave los próximos cuatro años.
Señoras y señores pasajeros, nuestro destino es seguir creando empleo, atender a los que más lo necesitan, a los que todavía no han percibido la mejoría de la situación económica y, sobre todo, conseguir que cada día sean menos los necesitados de ayuda. La aeronave está en mejores condiciones que hace cuatro años, pero todavía quedan muchos obstáculos que salvar. Señoras y señores pasajeros, el próximo 20 de diciembre pueden elegir quién será el comandante que pilote el avión en el que ustedes van a viajar. Pueden decidir que continúe quién nos ha guiado estos años desde la penumbra a la claridad, desde el pesimismo a la esperanza. O pueden ustedes elegir que esté al mando alguno de los aspirantes, que sólo han demostrado mucha ambición, y que tienen varias cosas en común, entre otras la absoluta inexperiencia pilotando cualquier clase de aeronave.
Sería normal y razonable que alguien que quisiera pilotar el avión más grande, más difícil de llevar y, en condiciones muy complicadas, hubiera pilotado antes y bastantes horas algún otro aparato. Nadie piensa que sin haber pilotado ni una avioneta, ni siquiera un ala delta, se pueda pilotar un gran avión. Lo que jamás ocurriría en ningún ámbito de la vida, se pretende hacer en política. Si alguien pretendiera ser el director de una empresa, o el encargado de una obra de construcción, el primer día de trabajo, sin tener ninguna experiencia, le dirían que no fumara sustancias ilegales y tóxicas, que hacen daño a los pulmones y al cerebro.
El cargo público con más capacidad de gestión, o para decirlo con la mayor claridad, el que más puede cambiar la vida de los españoles, es el de presidente del Gobierno. Y puede alterar la vida de millones de personas para bien o para mal, mejorando o empeorando la calidad de vida de las mujeres y hombres que están llamados a votar el próximo 20 de diciembre. La de esas personas y la de las siguientes generaciones.
Hay otros muchos cargos con mucha responsabilidad de gestión en la Administración Pública: ministro, presidente de una comunidad autónoma, alcalde, consejero de Gobierno autonómico, presidente de una Diputación, concejal de Gobierno, etc. Mariano Rajoy es el actual presidente del Gobierno, cargo para el que fue elegido en un momento el que España estaba al borde de la quiebra, y que cuatro años después, y faltando mucho por hacer, la situación es obviamente mejor. Rajoy tiene cuatro años de experiencia como presidente, pero además antes fue vicepresidente primero del Gobierno de España; ministro de Administraciones Públicas, de educación, de Interior y de Presidencia; concejal y presidente de la Diputación de Pontevedra... Muchas horas de vuelo antes de pilotar la nave del Gobierno de España.
Los puestos de gestión en las diferentes administraciones públicas en los que han estado Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias han sido : -----------------------------------------------------------------. Efectivamente, NINGUNO. No han tenido ni una sola responsabilidad de Gobierno. Lo que pueden aportar es que Pablo sabe coger un boli Bic en los debates, Albert sabe posar desnudo y Pedro tira a canasta de tres, no encesta, pero lo intenta. Exigir una experiencia tan importante como la que tiene Mariano Rajoy sería demasiado, bastaría con que tuvieran alguna, que hubieran dirigido un ministerio; haber gestionado como presidente o como consejero de una comunidad autónoma sería muy útil para abordar tantos problemas como los que surgen cada día; o, al menos, no estaría mal que hubieran gobernado como alcalde un municipio aunque fuera pequeño. Así sabrían la diferencia que hay entre hablar y hacer; sabrían que hay que tener prioridades, que no hay recursos ilimitados para atender las necesidades de todos. Pero no, no saben lo que es eso.
Señoras y señores pasajeros, los que quieran volar con un comandante que jamás ha pilotado un avión no tendrán problema en votar a cualquiera de los inexpertos, ninguno de ellos aportará ningún conocimiento adquirido en la política real, en la búsqueda de soluciones a los problemas del día a día. Señoras y señores pasajeros, los que quieran volar con el comandante que ha pilotado este avión, sacándonos de una tormenta increíble, que ha navegado muchas horas en todo tipo de naves, y que cuenta con el mejor equipo, tienen la posibilidad de hacerlo eligiendo al mejor piloto –además, se lo aseguro, a una muy buena persona–, a Mariano Rajoy.
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