Restringido

Tiempos extraños

La Razón
La RazónLa Razón

Como diría Paul Johnson vivimos tiempos extraños. No cabe duda de que en España y hasta las Navidades, el tiempo y la presión van a a estar alterados por las dos campañas electorales a las que nos enfrentamos, y esto hace que cualquier debate sobre lo que sea, no se realice en unos términos de racionalidad y sosiego. Esto es algo extraño a cualquier otro actividad humana, cuando alguien quiere superar una oposición, cuando alguien quiere conseguir un contrato, cuando se quiere un trabajo, se expone lo mejor de sí mismo y se trabaja de forma denodada y sincera para conseguirlo, estás dando lo mejor que tienes y para ello te has preparado. En elecciones ocurre lo contrario, lo mejor si es enemigo el populismo se guarda, la excelencia si perjudica se congela, y así nos va. En Cataluña se ha celebrado un referéndum ilegal y estamos a la espera de sus consecuencias, salvo la tontuna de que en periodo electoral no se adoptan decisiones judiciales, algo que no rige para el resto de los ciudadanos. Ante esto se pretende dotar al Tribunal Constitucional de algo que de forma inaudita no tenía hasta ahora, competencia para hacer cumplir sus resoluciones. Se puede y se debe discutir sobre la concreta propuesta, mejorable obviamente, pero negar que el Tribunal necesita una suerte de instrumentos que haga que no vuelva a producirse lo ocurrido, creo que es de razón. En un país en el que molesta que los tribunales hagan cumplir sus sentencias algo pasa. Cuando los tribunales han hablado se acabó el diálogo. Pedir ahora diálogo con lo que está ocurriendo en la Generalitat es ñoño, sólo cabe una cosa, cumplir con lo resuelto y evitar que se siga transgrediendo la Ley. Esto es una historia que ya vivimos en España hace casi cien años.