¿Todo el mundo contento?

Esto parece que es el mensaje que quieren trasladar todos los líderes políticos el día después de lo que ha sido «algo más que un club», en este caso «algo más que unas elecciones autonómicas». La primera consecuencia que hay que sacar es que hasta en esta consulta tan trascendental, la poderosa campaña electoral ha variado muy poco la intención del voto que los ciudadanos habían expresado en las encuestas. Ciudadanos, que siempre aparecía como segunda fuerza, ha aumentado sus escaños por encima de lo previsto. Esto, sin duda, ha propiciado que el PP caiga más de lo previsto. Todo lo demás queda muy cerca de lo esperado. Así que quedamos casi en el mismo lugar y situación que antes de los comicios. Me preocupa y mucho el fortalecimiento de la CUP, llave para las pretensiones de Junts pel Sí. Las salidas dialécticas del líder de CUP hace temer lo peor: « Vamos a librarnos de la monarquía borbónica». Queda cuanto menos antiguo. Vamos que es lo mismo que decía Casanova, lugarteniente del archiduque austríaco que disputaba con su primo Felipe de Anjou el trono de España, nunca el de Cataluña. Por cierto, también tenía entre sus apellidos el de Borbón el archiduque, que en plena contienda fue proclamado emperador del sacro imperio. Estamos hablando de 1715, así que antiguo más que el hilo negro el líder de CUP, que podría llamársele el «doctor No». No a España, no a Europa , no al euro, no a la OTAN , no a la monarquía, no a la Constitución, no a las leyes, no a Mas... solo usa el sí para el independentismo; para desobedecer las leyes y las sentencias que de la misma procedan; para la algarada... Como ven, una joya de líder y de partido, con el que los acuerdos serán de todo menos fáciles.