Francisco Marhuenda
Un gran reformista
La mejor fórmula para no recibir críticas es no hacer nada y mantener un perfil bajo. No es el caso, afortunadamente, de José Ignacio Wert. Rajoy acertó cuando encargó una cartera tan compleja a Wert, porque conocía muy bien las dificultades que tendría que afrontar para emprender la gran reforma de la educación española. No hay que olvidar que fue ministro de Educación y es muy consciente de que el futuro de España se construye con una buena educación en todos los niveles. Es un terreno muy sensible, porque la izquierda lo ha considerado siempre un coto cerrado. Desde la Transición hasta nuestros días, la realidad es que todas las leyes en esta materia han sido socialistas. El último Gobierno de Aznar aprobó un texto importante, pero el PSOE lo paralizó nada más llegar al poder. La izquierda nunca ha querido un acuerdo en esta materia. Por ello, Rajoy tenía muy claro que necesitaba un intelectual reformista y con valor al frente de este departamento para que pudiera llevar a buen término una reforma en profundidad que mejorara una educación pública que en todos sus niveles tiene que basarse en la calidad y la excelencia.
Wert tiene la ventaja de ir ligero de equipaje. Nada condiciona las decisiones que está adoptando y no tiene otro interés que reformar un sistema que conoce muy bien. La educación ha estado y está, desgraciadamente, muy politizada y llena de tópicos. Es fácil constatar las críticas de aquellos que ni siquiera se han molestado en leer los textos impulsados por el ministerio. España necesita una educación de calidad para ser competitivos en un mundo sin fronteras, donde la formación es el elemento clave para el crecimiento. Los planteamiento de Wert son reformistas y asépticos políticamente, ya que se mueven sólo por el interés de mejorar la educación. Nunca he sido optimista sobre los posibles acuerdos, porque la izquierda, tanto política como educativa, no quiere dialogar. La experiencia demuestra que nunca los ha querido. No importan los datos objetivos o los modelos comparados, porque es un terreno fácil para la demagogia. Wert tiene que seguir hasta el final con las reformas y lograr lo que no ha sido posible en las últimas décadas. Hay que mejorar la Educación Primaria, Secundaria, la Formación Profesional y la Universitaria. Es un conjunto que tiene que funcionar armónicamente. Es una gran oportunidad y no hay que desaprovecharla.
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