Una buena noticia

La Conferencia de Presidentes que se celebra la próxima semana abordará uno de los problemas de fondo más graves que tiene España y que, desgraciadamente, está pasando más desapercibido de lo que debiera: el envejecimiento de la población y los desequilibrios en la distribución de la misma. Hay zonas densamente pobladas como las grandes ciudades y la mayoría de las franjas costeras y otras en las que no se ve una sola persona en muchos kilómetros a la redonda, y, cuando se otea alguna. suele ser de edad elevada. Otra vertiente del problema es que se mantiene la tendencia a la concentración de los habitantes en las primeras áreas y a la huida de la gente de las segundas, especialmente en todo el medio rural español. Y titulo que estamos ante una buena noticia, en principio, porque las autoridades, o una parte de las mismas, se han dado cuenta de la gravedad del problema, que afecta sobre todo a Castilla y León, Aragón, parte de Castilla La Mancha y también de Galicia. Una vez que se ha tomado conciencia del mismo, ahora sólo falta que se articule un plan para frenar esa tendencia y, luego, si es posible, revertirla. Y para ello hace falta el concurso de todas las Administraciones, desde la del Estado hasta la municipal, pasando por las comunidades autónomas y las diputaciones, que tienen mucho que decir en la materia. Nuestros pueblos se están quedando vacíos y raro es el día que en alguno de ellos no sea cae total o parcialmente una de sus edificaciones. Me consta que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría es muy sensible a este problema, quizás por la procedencia de su familia. Pues bien, ahora entra dentro de sus competencias como responsable de las Administraciones Territoriales. El proyecto es elaborar una «estrategia nacional para hacer frente a la despoblación». ¡Ojalá sea así y esta iniciativa se traduzca en medidas concretas y no solo en la creación de un grupo de trabajo! Ya se sabe que cuando no se quiere afrontar un problema lo mejor es crear una comisión para que lo estudie.