Toni Bolaño

Una muerte anunciada

Una muerte anunciada
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Este país no tiene arreglo. Los farmacéuticos a punto de hacer huelga porque no pueden soportar seguir financiando a la Generalitat. El tercer sector clamando –diría que en el desierto- porque las instituciones pongan freno a la sangría que les supone no recibir el dinero público comprometido. Miles de trabajadores de la administración volverán a perder la paga extra y quién sabe si algo más. El paro alcanza ya a 665.000 catalanes. Grandes empresas están preparando expedientes de empleo que tendrán sus víctimas en Cataluña. Los presupuestos, que todavía duermen el sueño de los justos, seguro que no vienen con un pan bajo el brazo. Más bien vendrán con más recortes, con más sufrimientos para muchos.

Con este chaparrón social, el Govern despacha el asunto en su papel de "acusica": La culpa de todo es de Madrid. Con cinismo irresponsable elude todas sus responsabilidades. Se dedica en exclusiva al monotema, el proceso soberanista. Sin embargo, la culpa de la situación es de la oposición, no del gobierno. Tampoco de ERC, que también es gobierno, sino del PSC. El PP , que está acogotado por el caso Bárcenas no está para muchas fiestas pero se encuentra cómodo en este "fregao"de retroalimentación de "palo y tentetieso".

Sin embargo, el PSC está atrapado en la tela de araña que CiU y ERC han tejido con el inestimable apoyo de ciertos medios de comunicación. En lugar de hacer oposición, su táctica es marear al personal. Al propio y al ajeno. Su estrategia, simplemente no existe. Y, lo peor, los socialistas catalanes están haciendo dejación de sus responsabilidades al no fiscalizar la gestión de un Govern que tiene fugas de agua por doquier.

Hoy la oposición está en la calle, no en el Parlament. El PSC, ciertamente, debe clarificar de una vez –más pronto que tarde- su posición en el tema nacional –y sin prejuicios nacionalistas- pero, sobre todo, debe recuperar la confianza de la calle. De los que están hartos. De los que no llegan a final de mes. De los que no tienen trabajo. Si sigue así, García Márquez podrá escribir la segunda parte de "Crónica de una muerte anunciada".