Ely del Valle
«Under pressure»
Lo visto estos días es el ejemplo vivo de cómo les cambia el talante a los líderes dependiendo de la posición que van ocupando en el ranking de aspirantes a presidente. En cuestión de horas, el suplicante Mariano se ha transformado en el implacable Rajoy, y el despectivo Sánchez ha mutado en un melifluo Roberto Carlos en busca de un millón de amigos.
El «elegido» quiere agotar el mes que le ha concedido Patxi López, que, según su hoja de ruta, tampoco es demasiado: en el tiempo que le queda tiene que conseguir apoyos, llegar a acuerdos, presentarlos ante su comité federal, redactar la pregunta que se les va a hacer al respecto a los militantes, organizar la consulta y, en el mejor de los casos – que los militantes y el Comité digan amén– preparar el debate de su investidura. En el PP saben que los tiempos le llevan a Sánchez del ronzal y por eso aprietan. Los populares no están dispuestos a concederle ni un gesto más de cortesía a quien sigue inamovible en su desprecio por el partido más votado mientras intenta seducir a sus «Nuevas Generaciones», que es como definía el candidato socialista a Ciudadanos cuando no los necesitaba.
El postureo de hace unas semanas ha dado paso a la estrategia del «under pressure»: PSOE y C’s presionan a Rajoy para que afloje las piernas y acceda a hacer de sostén de un gobierno ajeno– a los dos les beneficia un PP derrotado– y PP y Podemos presionan a Sánchez para que tire la toalla y convoque elecciones, que es lo que les conviene a ambos. Ni uno ni otro pueden ceder porque, como en los juicios de fuego de Savonarola, el primero que dé un paso en falso será pasto de las llamas. Y mientras tanto, Bloomberg le coloca a nuestra economía el emoticono de la mierda de Whatsapp. Todo muy reconfortante.
✕
Accede a tu cuenta para comentar