Fernando Vilches

Versos y colores

El pasado martes, Día del Libro, presentamos un precioso volumen de poemas, ilustrados con unas deliciosas pinturas, obra de Francisco Martínez y de M.ª Victoria Brox, respectivamente. Es hermoso, ante tantas noticias sobre la prima de riesgo y sus familiares, las terribles cifras de parados y la tristeza que embarga a la sociedad española, poder hablar de un libro. La generosidad de una extraordinaria mujer, de esas que están en política por vocación y haciendo todo lo que está en su mano para mejorar la vida de sus convecinos, Ana Román, la concejala-presidenta del distrito de Retiro, posibilitó presentarlo en el marco incomparable de la Casa de Vacas del Retiro. La disponibilidad de una empresa familiar ejemplar, la editorial Dykinson, con Rafael Tigeras a la cabeza y un equipo editorial de contrastada profesionalidad, comandado por la sin par Diana, nos permitió editarlo con calidad manifiesta y a un precio absolutamente irrisorio. El acto fue un ejemplo de la coyunda entre tres bellas artes: la lírica, la pintura y la música. El salón, de ciento cuarenta butacas, quedó desbordado por la cantidad de amigos y familiares que acudieron a la presentación. Se leyeron poemas del autor, se proyectaron en una pantalla las pinturas y, tras cada lectura de poemas, se tocaron piezas musicales en riguroso estreno del compositor madrileño Francisco Palazón, con Francisco Palazón hijo al violín y Antonio Fernández al piano, que demostraron una pericia y una sensibilidad musicales de grandísima altura. Junto con la concejala y conmigo, presentaron el libro Eduardo Rivas, profesor universitario, bellísima persona y egregio escritor, y Marie-Claire Decay, la viuda del pintor turolense Salvador Victoria, uno de los más grandes exponentes de la pintura abstracta española. Los poemas del libro son un canto a la belleza femenina en todas sus edades; al amor que se fue y al que permanece; a la amistad entrañable. El poeta busca el prisma bueno y luminoso de todas aquellas personas en las que se ha inspirado. Y las pinturas reflejan con inspiración su transfondo espiritual. No es de extrañar que muchos de los asistentes himpasen con la presentación.