Julián García Candau

Vuelve el falso 9

El fútbol no vive de dogmas inamovibles. Ni siquiera Vicente del Bosque, campeón de Europa y del Mundo, puede aventurar el futuro sin miedo a equivocarse. Ni siquiera él mismo es capaz de mantener una idea sin opción al cambio. Hay, en cambio, cuestiones que le delatan. Es en aquellas en que siendo hombre de ideas progresistas se deja atrapar por el conservadurismo. Permite que haya debate sobre el 9 y en los medidos aparecen los nombres de David Villa, Álvaro Negredo, Fernando Torres y Roberto Soldado, jugadores que tal vez harían innecesaria la participación de Diego Costa, a quien tanto se valora, y en última instancia recurre a Michu, delantero del exilio, como otros, para, aparentemente, rematar la idea de que también le gusta el delantero centro de oficio. Justo en vísperas del primer partido de los que restan para sentenciar la clasificación para el Mundial de Brasil en 2016, vuelve donde ha solido y maneja la oportunidad de colocar de nuevo al azulgrana Cesc Fàbregas en el puesto del llamado nueve falso. Tal decisión a mí no me sorprende y creo que lo insinué.

Los medios le han dado opciones a Diego Costa como la gran solución para el ataque español, algo que con todo respeto es discutible. Sobre todo, porque al final, al seleccionador le seduce más la idea de Cesc, que no le ha dado malos resultados. La Selección tiene como plan A, la alineación de «jugones», y como plan B, extremos y ariete clásico. Pero hoy manda el falso. Así se pronostica.

Posdata. Amadeo Salvo le abre a Albelda las puertas de Mestalla. Tal vez el jugador se las abra al presidente para que salga.