Bruselas

Crecimiento español al alza

Los datos del Instituto Nacional de Estadística, en consonancia con el Banco de España, cifran en un 1,4 por ciento el incremento del PIB durante 2014, lo que supone el mayor repunte de la economía española de los últimos cinco años y augura una aceleración del ritmo de crecimiento para el presente ejercicio. De hecho, ayer, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó que el Ejecutivo abordará la revisión al alza de sus previsiones económicas para 2015 dentro del Programa de Estabilidad y Reformas que, como todos los años, se remitirá a Bruselas el próximo mes de abril. Dado que en el actual escenario económico operan factores ajenos a los mecanismos de decisión propios –como ocurre con el precio de los combustibles o el tipo de cambio del euro con respecto al dólar–, el Gobierno considera aventurado adelantar cifra alguna de su revisión pero, en cualquier caso, estará mucho más cerca del 3 por ciento de incremento del PIB que de la actual previsión del 2 por ciento. Un crecimiento que los analistas financieros, como los de Caixabank, ven muy factible si permanecen las actuales condiciones de los mercados. Así, el presidente de la entidad, Isidro Fainé, se mostraba ayer convencido de que el mundo está creciendo y lo seguirá haciendo en los próximos años y de que España será uno de los países que lideren esta recuperación en Europa, con una repercusión directa y positiva en el mercado de trabajo. Factores como la activación del consumo interno – que refleja una mayor confianza de las familias en el futuro– y la recuperación del sector de la construcción, cuyo desplome ha tocado suelo, apuntalan una tendencia que no debería ponerse en riesgo por circunstancias o intereses de consideración política. En este sentido, España afronta un año electoral muy cargado, en el que pueden alcanzar cierta proyección algunos movimientos de carácter populista, de raíz marxista, que buscan rédito en el cansancio de una sociedad que ha tenido que hacer un enorme esfuerzo para salir de la crisis y que apenas empieza a notar los resultados del gran cambio que se ha producido, con la creación de bases sólidas que deben dejar en mero recuerdo el tradicional modelo económico español, auténtica máquina de destrucción de empleo en cuanto cambiaba el ciclo. De ahí, como señala el diario norteamericano «The Wall Street Journal», la importancia de que Bruselas se mantenga firme ante las pretensiones del nuevo Gobierno griego de incumplir sustancialmente los acuerdos firmados puesto que, en caso contrario, enviaría un mensaje de aliento a la demagogia. La política impulsada por Mariano Rajoy se ha revelado acertada y debe ser puesta en valor no sólo por los mercados financieros –lo que es un hecho–, sino por el propio Eurogrupo, que se juega su credibilidad en Grecia.