El G-20 reconoce el esfuerzo de España

He aquí el escenario perfecto para la clase política española. Para todos los que desde el cortoplacismo y el cálculo político se empeñan en pensar en pequeño y creer que España puede vivir en una burbuja económica, social o regional. La cumbre del G-20 que se inaugura en la ciudad china de Hangzhou es el mejor ejemplo de que el horizonte mundial nada tiene que ver con la mezquindad de cierta clase política española. Muy al contrario, se ha ratificado el acuerdo contra el cambio climático y se buscarán recetas para dinamizar la economía global y frenar el proteccionismo. En esto último, justo lo contrario que defienden las fuerzas autodenominadas «de progreso» en nuestro Congreso. Frente a esas recetas superadas por inoperantes y fracasadas, España, de la mano de Mariano Rajoy, va a presentar el balance de éxito de su gestión. Hangzhou será el escenario donde Rajoy explicará el crecimiento económico de España en los últimos años. Los de su Gobierno. Y los retos y reformas a los que se enfrenta. Incluido el no poder llevarlos a cabo por las cortapisas y bloqueo político que han puesto en marcha Pedro Sánchez y el PSOE. En un mundo cada día más globalizado –en lo humano y en lo económico–, el futuro es de quienes buscan el acuerdo.