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La debilidad de Hollande perjudica a Europa

La Razón
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La falta de respaldo político y popular del presidente de Francia, François Hollande –no pasaría a la segunda vuelta en las elecciones de 2017, según todas las encuestas–, le ha obligado a retirar el proyecto de reforma de la Constitución, así como un paquete de medidas asociadas destinadas a reforzar la seguridad frente al terrorismo, lo que supone un revés para el conjunto de la Unión Europea, dado que Francia es un actor principal en la batalla contra el yihadismo islamista. Ciertamente, la propuesta de reforma, con medidas polémicas como la de la retirada de la nacionalidad a los terroristas condenados, se había hecho en medio de la indignación provocada por los atentados de París, pero eso no es óbice para haber buscado el consenso político una vez pasada la tentación de «legislar en caliente». La debilidad de François Hollande también tiene consecuencias en otros aspectos, como el de la recuperación económica, que afectan igualmente al resto de Europa. Nos referimos a la incapacidad para sacar adelante el programa de reformas estructurales, muy contestado en la calle por los sindicatos de la izquierda, que Bruselas considera imprescindible para reducir las tensiones financieras de la eurozona.