Turismo

La izquierda antisistema ataca al turismo

La Razón
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No hay justificación racional alguna en la llamada «turismofobia», que no es más que otra campaña de la izquierda antisistema contra el modelo de la democracia occidental, de la que el turismo es uno de sus símbolos más notables. Si bien tiene razón el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando se queja de lo «inaudito» de tener que defender una industria fundamental para el bienestar de los españoles, debemos insistir en que lo que está en juego es el propio concepto de la libertad y el progreso social que representa el hecho de que millones de ciudadanos se desplacen sin mayores cortapisas fuera de sus fronteras, en busca de vivencias, paisajes, culturas y costumbres distintas. El viajero, es preciso recalcarlo, no sólo se enriquece personalmente, sino que también aporta el gran valor de la diversidad y el intercambio cultural a los destinos que visita. No hay nada más alejado de lo que representan la cerrazón mental y la ausencia de nuevos horizontes intelectuales que aquellas sociedades que tienen la fortuna de atraer a los demás, de ser espacio y escenario de los mejores momentos vitales de otras personas. Si hay «turismofobia» en las actuales campañas de los nacionalistas antisistema, es sólo en la medida de su fobia a la libertad y a ese mundo abierto que nos ofrece el desarrollo de las comunicaciones. Lo demás son malas excusas.