Internacional

La «mili» de Macron merece abrir un debate

La Razón
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La complejidad de la guerra moderna, con el desarrollo de sistemas de armas que exigen años de formación y entrenamiento, y los cambios sociales en los países democráticos obligaron a profesionalizar los ejércitos nacionales basados en el reclutamiento obligatorio. Sin embargo, el servicio militar, tal y como se entendía en España y en otros países de nuestro entorno, no descansaba sólo en el encuadramiento e instrucción militar de los jóvenes, sino que contribuía a inculcar una serie de virtudes colectivas, –la disciplina y el respeto a los demás, el espíritu de sacrificio y el compañerismo, la identificación con la patria, como servicio al conjunto de sus ciudadanos–, además de fomentar el conocimiento y las costumbres de las distintas gentes de España, estrechando afectos en sus generaciones jóvenes. Esta vivencia en carne propia de la Nación es lo que pretende recuperar el presidente galo, Emmanuel Macron, para los jóvenes de su país con su servicio militar de un mes de duración. Se trata de una propuesta que, por lo menos, merece un debate serio, ajeno a los populismos de todo signo. En una sociedad cada vez más compleja y compartimentada, donde, incluso, se amplían las brechas sociales, culturales y étnicas, como es la francesa, la convivencia ordenada que supone un servicio como el que propone Macron puede ser una opción válida. También para España.