Unión Europea

Las personas, moneda de cambio en el Brexit

La Razón
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Una negociación «dura». Eso es lo que espera de la Unión Europea Theresa May. Quizá por ello, y hasta el mes de marzo de 2017, cuando dé comienzo la desconexión, la primera ministra británica ha mostrado sus cartas. Algunas, no todas. En esa línea está la información revelada ayer por «The Telegraph», donde se recoge que el Gobierno británico prevé que los ciudadanos de países de la Unión Europea (UE) que actualmente viven en Reino Unido podrán quedarse después del Brexit debido a que tendrán derechos de residencia adquiridos. Una decisión que no responde a la simpatía de la «premier», sino más bien a que al menos un 80% de los 3,6 millones de comunitarios que viven en este país tendrán derechos de residencia permanente para 2019, cuando se calcula que Reino Unido saldrá de la UE. El análisis gubernamental que publica «The Telegraph» contrasta con la posición expresada oficialmente por May, que ha dicho que no se pueden garantizar automáticamente los derechos de los residentes si no se obtienen garantías recíprocas de la UE. Sobre el tablero, el futuro también de los residentes británicos en países de la Unión. Éstos y aquéllos serán moneda de cambio de unas negociaciones que, desde Londres se anuncian a cara de perro.