Política exterior

Obama confía en Rajoy

La entrevista oficial entre el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, que hoy tendrá lugar en el remodelado Despacho Oval de la Casa Blanca supone la recuperación plena de unas relaciones bilaterales que, aunque excelentes en el ámbito económico y cultural, habían sufrido un cierto retroceso durante las dos últimas legislaturas socialistas. Es, también, una reparación debida a nuestro país por parte de un mandatario aliado, nada menos que el jefe de Estado de la primera potencia mundial, que en los peores momentos de la crisis, cuando España se esforzaba para no caer en las servidumbres de un rescate, expresó las dudas sobre nuestra capacidad de recuperación, con las consecuencias que cabía suponer en los mercados financieros internacionales. Es cierto, y es justo reconocerlo, que el presidente norteamericano fue de los primeros dirigentes occidentales en rectificar públicamente su diagnóstico y en reconocer el éxito del programa de reformas emprendido por el Ejecutivo español. Así, la salida de la recesión y el cambio positivo de la economía, reflejado en todos los indicadores, son el principal aval de Mariano Rajoy en su visita oficial a Washington, de la que se espera obtener un mayor respaldo norteamericano a la recuperación económica de España y, por ende, de la zona euro. Mucho se ha avanzado ya, como demuestran el incremento de nuestras exportaciones de bienes y servicios al mercado estadounidense –un 7,1% en 2012–, tras los fuertes retrocesos de 2008 y 2009, y la vuelta de las inversiones extranjeras al mercado español. Sin embargo, es preciso que Washington termine de relajar las barreras comerciales que tiene establecidas so capa de medidas sanitarias, que perjudican especialmente a la industria agroalimentaria europea, y que dulcifique las restricciones a la contratación de servicios públicos a empresas foráneas. La importancia que se da a la dimensión económica de este viaje queda perfectamente reflejada en la nutrida representación empresarial que acompaña al presidente del Gobierno, en la que figuran las principales firmas del Ibex, si bien se ha expresado desde Moncloa que también se intentará fomentar las inversiones de las pequeñas y medianas empresas. En el aspecto político, la coincidencia estratégica entre dos firmes aliados es casi general, aun cuando pueda haber diferencias de criterio a la hora de abordar las relaciones con algunos países de Iberoamérica. Habrá conversaciones sobre el escudo antimisiles, con centro de mando en Rota, que podrían desembocar en un incremento de las unidades norteamericanas. Un viaje, en suma, que, más allá de la foto, tiene indudable trascendencia en la recuperación de la confianza y la imagen exterior de España.