Podemos desmonta la cultura en Madrid

La escandalera provocada en la presentación de la nueva imagen de las antiguas Naves del Español en el Matadero de Madrid ha sido un capítulo más en la desabrida trayectoria de la política cultural del equipo de gobierno del Ayuntamiento de la capital. Más allá del torpe e impresentable estropicio provocado por la delegada de Cultura, Celia Mayer, con la retirada de los nombres de Max Aub y Fernando Arrabal a dos salas del centro, corregidas en horas ante la polvareda provocada por el atropello, o de que se haya fulminado el teatro del Matadero, está la decisión política de Manuela Carmena y los cabecillas populistas de su equipo de practicar la política de tierra quemada con lo mucho y bueno que se realizó desde el Consistorio capitalino por la Cultura con otras administraciones, sin que el sectarismo ni la ideología condicionaran la gestión como ahora hasta arrinconar la calidad, el talento, la profesionalidad y el interés público. La agresión a las Artes Escénicas desde el populismo gobernante se manifiesta en la oquedad que transmiten hoy las otrora instituciones de prestigio como el Teatro Español, el Price y el Matadero con el Fernán Gómez de camino. Madrid no se merece que el populismo gobernante descoyunte definitivamente un patrimonio cultural medular y, en este punto, el PSOE no puede seguir como comparsa en este manejo insalubre de un bien común.