Un colegio cardenalicio de mayor perfil social

El Papa Francisco ha creado ayer cinco nuevos cardenales, entre los que destaca el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, con lo que ha quedado completado el número de 120 miembros del Colegio Cardenalicio con derecho a voto que pueden participar en un cónclave. Los nuevos purpurados –el obispo de Bamako, en Mali, Jean Zerbo; el obispo de Estocolmo, Anders Arborelius; el vicario apostólico de Pakse, en Laos, Louis-Marie Ling Mangkhanekhoun, y el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez; además de Omella– responden al mayor perfil social que Su Santidad quiere imprimir en la Iglesia. De hecho, el arzobispo de Barcelona está considerado como uno de los pastores más cercanos a Francisco, que le propuso para el cargo en 2015, consciente de que tanto los arzobispados de Madrid como de Barcelona siempre han estado representados en el Colegio Cardenalicio. Monseñor Omella, nacido en la localidad turolense de Cretas en 1946, ha presidido durante una década la comisión episcopal de Pastoral Social y durante los peores años de la crisis se encargó de articular la respuesta de la Iglesia española para ayudar en lo posible a las familias que se vieron más afectadas por el desempleo. Dentro del mismo perfil destaca monseñor Gregorio Rosa Chávez, que aunque sólo es obispo auxiliar, ha sido el promotor de la canonización del beato Óscar Arnulfo Romero, que fue asesinado.