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Un momento crucial para España

La Razón
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El encuentro entre el Rey y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Palacio de Marivent ha sido el segundo desde la proclamación de Felipe VI y se desarrolló, como era de esperar, en el marco de la normalidad institucional que siempre rodea a este tipo de actos. Sin embargo, el momento que vive España es uno de vital importancia por diversos motivos que a buen seguro estuvieron en la agenda de los temas tratados por Felipe VI y Mariano Rajoy. El reto soberanista, planteado de manera frontal por el presidente de la Generalitat, está marcando la agenda de los últimos meses de legislatura del PP. El Ejecutivo trata, de forma acertada, de gestionar el órdago independentista lanzado por Artur Mas de forma serena y sin los alardes que a éste le gustaría, mientras sigue adelante con importantes acciones de Gobierno, como la aprobación de los Presupuestos Generales para 2016. Aunque Rajoy aseguró tras su encuentro con el Monarca que no hablaron de una posible reforma de la Constitución, sí quiso dejar claro que ninguna se hará «siguiendo los parámetros independentistas», porque lo que ellos quieren es «liquidar la soberanía y la unidad de España». Y es que, como dijo el jefe del Gobierno, tras el 27-S los independentistas no pueden iniciar «un viaje a ninguna parte con un voto más».

La recuperación económica sigue siendo una cuestión primordial, tanto para el Gobierno como para la Corona. A finales de este año, España celebra unas elecciones generales de especial relevancia, porque nos jugamos la estabilidad financiera lograda con tanto esfuerzo y sacrificio. Mariano Rajoy destacó que la salida de la crisis fue uno de los asuntos clave de la reunión. Lo peor ya ha pasado, pero conviene no olvidar el camino recorrido para no volver a errar en el futuro. Rajoy se refirió a que aún quedan «secuelas», pero no pudo evitar congratularse de los datos del empleo, que mejoran a cada día que pasa. Si el año pasado se crearon unos 440.000 puestos de trabajo tras varios ejercicios en negativo, la previsión para este 2015 roza los 600.000 empleos. La «perseverencia» a la que se refirió el jefe del Ejecutivo es más necesaria que nunca para consolidar los buenos datos. Y para eso conviene no hacer experimentos electorales con partidos emergentes que ofrecen fórmulas mágicas. En este sentido, el líder popular hizo una defensa encendida del bipartidismo, un sistema que muchos dieron por muerto hace unos meses y que ha sido el que ha sacado del agujero de la recesión a la mayoría de los grandes países europeos.

La política internacional y el drama de la inmigración en nuestro Mediterráneo fueron asimismo analizados por Rajoy y Felipe VI, quien sigue afianzándose como Rey de todos los españoles y cuyo comportamiento ejemplar ratifica lo acertado de un relevo generacional que llegó en el momento oportuno.