Un podemos inglés para enterrar el laborismo

Jeremy Corbyn, un oscuro parlamentario laborista alineado durante treinta años con el ala más radical de la izquierda británica, ha ganado las primarias de su partido por amplia mayoría. Corbyn, al que la Prensa sensacionalista inglesa llama «el Podemos británico», ha visto cómo –tras la humillante derrota sufrida por el laborismo en las últimas elecciones generales– por fin calaba su viejo discurso populista entre un electorado muy joven, que ve en los recortes y ajustes emprendidos por el primer ministro conservador, David Cameron, una merma de las generosas ayudas sociales que han hecho de Gran Bretaña la meca del llamado «turismo de prestaciones». En realidad, el nuevo líder laborista propone la misma política de barra libre en el gasto público que el resto de los movimientos radicales que han surgido en Europa, como Podemos o Syriza –con la ventaja de que no tiene que asumir las reglas de una moneda única–, pero, en el fondo, no hace otra cosa que extremar el discurso contra las políticas de austeridad que hizo su antecesor en el cargo, Ed Miliband, y que llevó al partido a obtener los peores resultados de las últimas décadas. La elección, por supuesto, ha satisfecho mucho a los conservadores, que auguran, como hace el ministro George Osborne, que Corbyn enterrará el laborismo.