La amenaza yihadista

No bajar la guardia con el yihadismo

La Razón
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Discotecas de gran aforo, bares de copas de ambiente gay, monumentos muy visitados, como la Sagrada Familia, centros oficiales figuraban entre los objetivos de la célula yihadista que atentó el pasado agosto en Las Ramblas de Barcelona y en Cambrils. Mucho de la información sobre futuros ataques estaba almacenada en dispositivos móviles y no se puede descartar que haya sido remitida a otros grupos terroristas. No hay que bajar la guardia contra el islamismo radical, por más que parezca adormecido.