La estabilidad del bipartidismo mejora la valoración de los políticos

Se acercan los comicios electorales y los españoles pasaremos por las urnas dos veces en seis meses, primero, para elegir a los representantes más próximos, por las elecciones autonómicas y municipales el cada vez más próximo día 28 de mayo, y después, para elegir el gobierno de la nación, en las elecciones generales, que previsiblemente serán en diciembre. Y es que, más allá de las opciones políticas, los llamados programas que presentan los partidos, con sus propuestas económicas, sociales, etc., los candidatos se juegan buena parte de los votos en la imagen que proyectan ante los electores.

A este respecto, hay un antes y un después de la crisis económica y social y de la recesión iniciada en 2008. Desde entonces la sociedad española se ha empobrecido y el Estado se ha endeudado como nunca antes. Si estudiamos los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizados en los inicios de ciclos políticos de: mayoría absoluta de José María Aznar (2000-2004), Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011), mayoría absoluta de Mariano Rajoy (2011-2014), gobierno de Pedro Sánchez (2018-2019; 2020-) y el último de marzo de 2023, veremos claramente la evolución en la apreciación o valoración de los políticos, tanto del jefe del Gobierno como del líder de la oposición.

El estudio 2382 del CIS de marzo de 2000, coincidiendo con la victoria por mayoría absoluta de José María Aznar, así como el número 2.555 de marzo de 2004, cuando se produce la victoria en las urnas de José Luis Rodríguez Zapatero, se registran las notas más altas recibidas por los políticos españoles del momento.

Notas en el entorno de los 5 puntos en la escala de 1 a 10, siendo 1 muy mal valorado y 10 muy bien valorado. Por lo que podemos decir que hasta la llegada de la crisis en 2008, los principales políticos contaban con un aprobado, o muy próximo al aprobado; José María Aznar (PP) al frente con 5.29 puntos en 2000 y con Joaquín Almunia (PSOE) con 4.82 puntos. En 2004 Mariano Rajoy (PP) con 5.02 puntos, frente a 4.95 de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE).

Desde 2011, con el primer gobierno que afronta con rigor la crisis económica ante la inacción de José Luis Rodríguez Zapatero, Rajoy obtiene 4.43 puntos y comienza a deteriorarse la confianza de los españoles en los dirigentes del PSOE, Zapatero baja a 3.05 puntos.

Comparando el periodo anterior a la crisis de 2008, la media entre los dirigentes del Partido Popular era de 5.16 puntos, y baja a 4.01 puntos entre 2011 y 2023. Mientras que en el caso de los socialistas pasa de 4.89 a 3.82 puntos. Ambas alineaciones se han dejado un punto en desde 2004 hasta la fecha.

En la última etapa, la que media entre las elecciones de 2019 que llevaron a Pedro Sánchez a La Moncloa, con el último barómetro del CIS de marzo pasado, la tendencia está cambiando, los políticos que representan el bipartidismo han roto la tendencia hacia abajo y en estos últimos cuatro años el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo ha mejorado su imagen en 0.95 puntos, alcanzando los 4.28 puntos, mientras que el jefe del Gobierno socialista ha avanzado 0.41 puntos, situándose en los 4.41 puntos. Son todavía puntuaciones lejanas del aprobado que representan los 5,0 puntos, pero denota un incremento en la confianza por el bipartidismo que se perdió hace años.

Volviendo al estudio de marzo de 2023, el CIS pregunto a los ciudadanos por el principal problema que existe actualmente en España, identificando los seis principales problemas de los españoles. Entre ellos la economía y los problemas de índole económica, se sitúa en el primer lugar de las preocupaciones, con 43,7 por ciento, le sigue el problema del desempleo, el paro, con un 29,1 por ciento y en cuarto lugar, la sanidad, con 19,2 por ciento.

Los otros tres son: los problemas políticos en general, que ocupa el tercer lugar con un 23,0 por ciento; en quinto lugar, el Gobierno y partidos o políticos concretos, 12,0 por ciento, y en el sexto lugar, el mal comportamiento de los políticos, con un 11.4 por ciento. Estos tres suman un 46,4% de las opiniones de los españoles. Por lo que es una situación muy preocupante.