Sin Perdón
La frivolidad de Óscar Puente y los sanchistas
«Arremete contra los populares, porque deberían ser sumisos vasallos del soberano de La Moncloa»
Una ola de incendios arrasa España. Hay ocho comunidades en alerta, se han producido numerosos desalojos y hay miles de hectáreas calcinadas, pero Puente sigue con sus frívolas provocaciones. ¿No tendrá algo más útil que hacer? Por lo visto, los dirigentes del PP no deberían hacer vacaciones, ya que es algo que solo puede hacer Pedro Sánchez. Está disfrutando de la residencia palaciega de La Mareta, que fue un regalo del rey de Jordania a nuestro monarca, que cometió el error de cederla. La habría podido incorporar a una fundación de la Casa Real o utilizar otra fórmula jurídica que hubiera impedido que Sánchez la utilice para disfrutar con su familia y sus amigos de unas vacaciones principescas pagadas por todos los españoles. Esto no le escandaliza a la reencarnación de Torquemada. El fraile dominico fue el primer inquisidor general, mientras que nuestro Puente quiere seguir sus pasos al servicio del sanchismo. Nació en Torquemada (Palencia), aunque también se había escrito que podría haber sido en Valladolid, algo en lo que coincidiría con nuestro intrépido ministro, pero sabemos con certeza que su padre era vecino de esta villa y que su hijo vivió allí desde pequeño.
Era un intelectual y un estudioso de reconocido prestigio bastante más talentoso, lo siento, que Puente, aunque también le mueve la fidelidad a su señor y una gran tenacidad. En el Memorial que escribió para Isabel I, establecía como objetivo la vigilancia y control de los regidores municipales para que cumplieran con sus deberes. En su caso arremete contra los populares, porque deberían ser sumisos vasallos del soberano de La Moncloa. Torquemada quería acabar con la epidemia de blasfemos, hechiceros y adivinos. En este caso podemos trasladar la idea, que comparte con los Lopeces, contra la fachosfera: los presidentes autonómicos y los jueces no se someten al sanchismo. Finalmente, quería el encuadramiento de los judíos en aljamas o barrios propios con las puertas cerradas por la noche. En este caso, no quiero darle ideas para que seamos reeducados los que no nos sentimos fascinados por la clarividencia del Faro de Occidente. Creo que Sánchez debería nombrarle portavoz del Gobierno y controlador de los medios de comunicación para que pueda ejercer con plenitud su auténtica vocación como heredero de fray Tomás de Torquemada.
Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)