Opinión

Galicia: No en la senda de Bildu y ERC

Hoy es el último día de la campaña electoral en Galicia, y confiamos que el «sentidiño» de los gallegos se impondrá sobre esta auténtica pandemia política

Hoy es el último día de la campaña electoral en Galicia, y confiamos que el «sentidiño» de los gallegos se impondrá sobre esta auténtica pandemia política que padecemos en España de la mano del sachismo, lo peor que ha sucedido desde que se aprobó la Constitución. Algún día, cuando lo que vivimos en la actualidad –incluidos los pagos y subvenciones a las terminales mediáticas del sanchismo–, sea visto como algo propio de «una mala noche en una mala posada», esta infausta etapa de la Historia de España se podrá enjuiciar objetivamente y en profundidad.

Tiempo en el que el PSOE se ha convertido en unas meras siglas entregadas con absoluta carencia de principios, valores y ética, cual alfombra roja a los pies de Sánchez, a cambio de que les permita seguir acomodados en sus actuales destinos, que difícilmente tendrían ganados por sus méritos profesionales. La sima ética y moral en la que se encuentra gran parte de la sociedad española, explica –que no justifica– que le sigan dando su confianza y su voto, a la vista de quienes están en el poder político, entregados al separatismo de nacionalismos radicales e identitarios y a los sucesores políticos de ETA, que engañan «cambiando de opinión» según sople el viento que convenga a los intereses de su caudillo.

Confiamos en que su acreditado «sentidiño» apueste porque Galicia no siga el camino de una Cataluña que ha pasado de ser referencia indiscutible de creatividad y emprendimiento en España, a convertirse en un territorio del que huyen las empresas y al que no quieren volver por la carencia de seguridad jurídica. Y en el que los barceloneses deben esperar que les llegue el agua necesaria para sobrevivir en barcos de la desaladora de Sagunto, con el Plan Hidrológico Nacional anulado por el gobierno socialista de Zapatero nada más asumir el poder en 2004, tras el 11-M. Ni que sigan tampoco el camino de un País Vasco que, tras 40 años de terrorismo etarra que empujó al exilio interior a centenares de miles de vascos y a centenares de españoles al cementerio, ahora quieren que sea gobernado por los políticos sucesores de aquella banda. Su BNG es la versión autóctona de ERC y Bildu, respectivamente, y todos ellos son socios prioritarios y cooperadores necesarios del sanchismo, que fueron y van a volver a ir juntos en coalición a las elecciones al Parlamento Europeo. Para que no haya dudas.

Mañana, una vez más, confiamos que los gallegos nos reafirmen en la esperanza de una España democrática, convivencial y unida.