Canela fina

Las inevitables alianzas que se perfilan

«Es absurdo anatemizar la posible alianza del PP y Vox cuando el PSOE sanchista mantiene pactos con comunistas, podemitas, secesionistas y bilduetarras»

No existe en España un partido de centro que evite el deslizamiento del socialismo hacia la extrema izquierda si el PSOE no alcanza mayoría suficiente. Ocurre lo mismo con el Partido Popular, que se entregaría, si fuera necesario para escalar Moncloa, a la alianza con la agrupación a su derecha. Este es el resultado de que, por las razones que fueran, Ciudadanos y el PSOE no se sentaran a negociar desde sus 180 escaños un pacto de Gobierno tras las elecciones generales celebradas en la primavera del año 2019.

Conforme a las encuestas que se han hecho públicas, a Núñez Feijóo no le quedará otro remedio que acordar con Vox el futuro Gobierno de España. Y en el caso de que Pedro Sánchez triunfara, el César socialista se vería obligado a reproducir la alianza con la extrema izquierda de comunistas, podemitas, separatistas catalanes y bilduetarras.

Ante este paisaje político, habrá que reconocer la habilidad del sanchismo al anatematizar la alianza del PP con Vox; y también la torpeza de Núñez Feijóo y los suyos al no conseguir hacer lo mismo con el pacto entre PSOE y la extrema izquierda. Si Felipe González hubiera aceptado la coalición con el Partido Comunista de Julio Anguita, José María Aznar no se habría encaramado en el poder tras las elecciones generales de 1996. Para los partidos socialistas democráticos europeos, sin embargo, el pacto con el totalitarismo comunista es anatema.

En España, los delfines mediáticos al servicio de Pedro Sánchez han conseguido que se enmascaren las alianzas del presidente del Gobierno con comunistas, podemitas, secesionistas y bilduetarras, agrupaciones que se proclaman anticonstitucionales y quieren liquidar «el régimen del 78», pretendiendo reconstruir la España del 36. Y no sólo eso. Además, y gracias a la tórpida actividad de los populares, han implantado en la opinión pública el tumor político de que el Partido Popular no puede democráticamente aliarse con Vox, cuando esta agrupación ha manifestado siempre su acatamiento a la Constitución.

Alberto Núñez Feijóo sabe ya que las encuestas que le encumbraban hace unos meses son humo político. Y que tendrá que batirse el cobre para ganar las elecciones generales porque Pedro Sánchez está dispuesto a utilizar todos los medios a su alcance con el fin de permanecer sentado en la silla curul de Moncloa.