Opinión

Juan de Palafox, Beato Obispo y Virrey de la Nueva España

Tal día como hoy del año 1600 nacía Juan de Palafox y Mendoza en la Villa de Fitero, localidad de Navarra conocida desde la época romana por sus aguas termales y por su Monasterio Cisterciense de 1140

Tal día como hoy del año 1600 nacía Juan de Palafox y Mendoza en la Villa de Fitero, localidad de Navarra conocida desde la época romana por sus aguas termales y por su Monasterio Cisterciense de 1140. Fue fruto de una esporádica relación entre el futuro Marqués de Ariza y una joven viuda de la nobleza aragonesa, que acudirá a su Balneario, –bajo el pretexto de tomar sus famosos baños– , para dar a luz y desembarazarse de la criatura. Allí nacerá de madrugada y una aya lo escondió en las cercanías para llegada la noche abandonarlo en un cesto en el rio Alhama. Un vigilante nocturno la sorprendió cuando lo intentaba, y al comenzar a llorar el niño, el piadoso lugareño dirá a la azorada mujer que comunicara a su señora que «había cumplido su encargo» pero que él se haría cargo de la criatura. En su numerosa familia adoptiva se criará en Fitero como uno más pastando ovejas hasta los diez años,cuando su padre al volver de Roma donde cursaba estudios, para hacerse cargo del marquesado, le reconocerá como hijo suyo y lo llevará consigo. Su madre arrepentida, ya habia profesado de carmelita descalza en Tarazona, recibiendo en el locutorio a su hijo junto a su padre adoptivo sin que supiera que era su madre. Con su padre recibirá una educación conforme a su linaje y representará a la Casa de Ariza acompañando al heredero como su tutor, cuando el Rey Felipe IV con su valido el Conde Duque de Olivares convocará a las Cortes de Aragon en Calatayud en 1626, para la conocida “«Union de Armas». Su brillante elocuencia captará la atención del Monarca y Olivares y le llevaran consigo a la Villa y Corte. Su vida abrirá un nuevo capitulo asumiendo elevadas responsabilidades, con una profunda conversión espiritual y se ordenará sacerdote. En 1640 «el más grave año de la Monarquía Hispana», el Papa que le conocía de haber sido Nuncio en Madrid, le nombrará para el delicado destino de Obispo de Puebla de los Ángeles «ya que Palafox es el unico capaz de arreglar lo que sucede». Situado en la Nueva España, deberá asumir temporalmente el Virreinato por orden superior tras la secesión de Portugal, para garantizar la permanencia del Virreinato en la Corona española. Su vida pasará por sobresaltos y pruebas dolorosas, hasta que falleció el 1º de octubre de 1659 siendo Obispo en El Burgo de Osma, donde sus restos yacen en la Catedral. En ella Benedicto XVI le beatificará el 7 de junio de 2011, con cualificada representación del episcopado español y de México acompañado de una gran devoción popular.