Tomás Gómez

Legislatura con fecha de caducidad

La negativa del PNV deja las piezas en el mismo lugar del tablero, es decir, que todo queda pendiente de Puigdemont.

La negativa del PNV, después del último movimiento de Vox, deja las piezas en el mismo lugar del tablero, es decir, todo queda pendiente de la decisión de Puigdemont.

Volver a las urnas, es el peor escenario para la mayoría. El que más lo teme es Sánchez, porque sería difícil reproducir la carambola del 23 J, mucho más si en Vox se produce una crisis interna como todo apunta después de la dimisión de Espinosa de los Monteros.

En el mundo independentista, ERC debería volver a medirse con Junts, el PNV con Bildu y Sumar no resistiría una nueva negociación con Podemos.

En definitiva, Puigdemont tiene en sus manos no solo la llave para que haya gobierno en España, sino el detonador de una bomba que podría romper a Sánchez y a algunos de sus socios.

La situación que han dejado los resultados puede ser un regalo envenenado ara el independentista. Pactar con el PSOE renunciando a sus máximos, le situaría en el mismo peldaño que ERC. No hay que olvidar que la fractura en el independentismo catalán viene provocada por la estrategia de acuerdos de Esquerra con el Partido Socialista.

Puigdemont necesita dar coherencia a la posición mantenida los últimos años y a sus discrepancias con Junqueras, incluida la fuga del país. Pero forzar una repetición electoral, le podría costar caro porque estaría desaprovechando un balón de oro con el que podría resolver los problemas judiciales de muchos de los suyos.

El 17 de agosto se eligen las mesas del Congreso y del Senado, es la primera batalla en la que se irán definiendo las pretensiones de todos. En la Cámara alta, el PP lo tiene fácil dada su mayoría absoluta, otra cosa es en Carrera de San Jerónimo.

El PNV exigirá un puesto en la mesa, habrá que ver si ERC y Junts, además de poner como condición tener grupo parlamentario propio, puesto que ninguno de los dos cumple las condiciones estipuladas en el Reglamento del Congreso, también quieren una silla.

Sánchez necesita proyectar la idea de tener todo pactado para ser investido presidente, por lo que las cesiones serán muchas y de distintos niveles. El problema que tendrá es la sensación de que está desguazando un coche y vendiéndolo por piezas.

Si Puigdemont no obtiene todo lo que exige y accede a votar a favor de Sánchez, no habrá repetición electoral, pero la legislatura nacerá con fecha de caducidad anterior a la propia investidura.