
Al portador
Mazón y otros que deben repasar a Séneca y Aristóteles
Napoleón (1769-1821) quería generales que tuvieran suerte. En política también es importante y a Mazón le cayó una dana encima y no supo gestionarla, sobre todo el día después
Lucio Anneo Séneca (4-65), cordobés, modelo de tantos, apuntaba que «retirarse a tiempo es una de las formas de preservar la dignidad». Varios siglos antes, Aristóteles (384-322AC) ya había dicho que «el hombre sabio sabe retirarse de la contienda antes de que ésta le destruya». Carlos Mazón, dimisionario «en diferido», que es algo patético, no supo elegir en su momento el camino del adiós y ahora tiene que marcharse como un político destruido que, además, deja interrogantes absurdos en el aire. Ha sufrido, como pocos, el acoso de sus rivales, que han aprovechado sus debilidades, pero eso no borra sus errores, algunos anteriores al día fatídico de la dana, ni la famosa comida –dicen que bien regada, ¡ojo al detalle!– en El Ventorro. Estuviera donde estuviera, la dana no se hubiera evitado incluso con él en donde debería haber estado. La oposición de izquierdas valenciana, pero sobre todo el Gobierno de Sánchez se han ensañado con él, pero eso –que es cierto– no justifica sus tropiezos, ni tampoco sus explicaciones en la hora –diferida– de una dimisión que llega demasiado tarde.
Napoleón (1769-1821) quería generales que tuvieran suerte. En política también es importante y a Mazón le cayó una dana encima y no supo gestionarla, sobre todo el día después. Año y medio antes, un pacto apresurado con Vox para ser investido presidente de la Generalitat Valenciana, fue un torpedo a las aspiraciones de Feijóo de llegar a la Moncloa. Los estrategas monclovitas acertaron al organizar un «funeral laico» en el aniversario de la dana y orquestar, al mismo tiempo, protestas e incluso algaradas contra Mazón y de rebote –el verdadero objetivo– contra el PP. Ahora, anuncia su dimisión, pero el daño político está hecho. Balzac (1799-1850) decía que «retirarse a tiempo es un arte que solo los grandes maestros dominan», entre los que no parece figurar el político valenciano. Tampoco es el único, la historia está repleta de personajes que no supieron percibir que su momento había pasado y que debían apartarse. En todas partes y también en España, antes y ahora mismo. Ayer comenzó el juicio contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Como el Gobierno contra Mazón, el PP ha arremetido contra el fiscal. Sin poner en solfa su presunción de inocencia, una retirada a tiempo hubiera evitado otros problemas, para él, para la Justicia y para quien dicen se lo impidió, el propio Sánchez que también se aferra al clavo ardiente de la resistencia. Todos, y algunos más, quizá deberían, con dignidad, repasar a Séneca y Aristóteles.
✕
 Accede a tu cuenta para comentar 

La dimisión de Mazón
El PP no firmará otro pacto con Vox: «Si quieren ir a elecciones, que lo digan»

Juicio al fiscal general

