Parresía

Mira por dónde, Montoro

Vivimos instalados en la rutina del escándalo, en una adrenalina adictiva que empieza a resultar cargante

Con un poco de suerte, podemos dar ya por finiquitado el episodio bárbaro en Torre Pacheco, a raíz de la paliza que recibió Domingo, el ya famoso vecino jubilado que tuvo la mala suerte de toparse con un grupo de delincuentes. Aquel suceso se convirtió rápidamente en algo mucho más grave, en «la caza al inmigrante» por culpa de una ultraderecha oportunista y por la presencia explosiva, en esa localidad, de otros radicales desalmados, llegados expresamente para armar bronca desde diferentes rincones y países. Ahora que se han marchado todos del pueblo, Torre Pacheco vuelve a lo que es, en esencia: un lugar de convivencia sabia.

Dos semanitas me quedan para las vacaciones, amigos. Las espero veloces y livianas, sin Torre Pacheco en los titulares, sin desastres naturales que contaros –aunque cuánto humo desprende ahora mismo, por cierto, el incendio forestal de Méntrida– y sin dramas parecidos al de esa otra pobre menor quemada en Las Palmas por un indeseable que se encontraba de paso, en un limbo legal, sin fecha de deportación. En este país nuestro, las cosas no funcionan. Canarias sigue con su crisis migratoria a cuestas, esperando soluciones para sus miles de menores no acompañados. Al mismo tiempo, cada dos por tres tenemos que informar del caos en las estaciones de tren (este verano –sí o sí– saldréis o llegaréis tarde). Lo mismo podríamos decir de tantos centros de salud sin personal en pleno verano, en la costa y en el interior, en esta España nuestra, líder mundial en turismo. Lo importante no funciona como debiera y, sin embargo, como dicen por aquí cerca, nunca falla la eficacia de la DGT para multarnos o la pericia de Hacienda para estudiarnos.

Mira tú por dónde, acaban de imputar al áspero exministro Montoro, Cristóbal. En otros tiempos, hombre temible y todopoderoso del Gobierno de Mariano Rajoy. ¿Acaso usó Montoro su ministerio para represaliar a quienes no le bailaban el agua? ¿Acaso también para lucrarse? Él y otros 29 investigados, ojo. Ha sido conocer la noticia, y los pocos políticos en activo, a estas alturas de mes, se han lanzado en tromba, unos contra otros. PSOE y PP, enzarzados en el «y tú más» generan sopor, como poco.

¿Qué será lo siguiente en nuestras pantallas? ¿Conoceremos otro informe demoledor de la UCO? ¿Descansaremos de tanto escándalo judicial hasta septiembre? Vivimos instalados en la rutina del escándalo, en una adrenalina adictiva que empieza a resultar cargante. Todos nos hacemos la misma pregunta: ¿Resistirá Sánchez toda la legislatura? Que nadie ponga en duda sus intenciones de continuar. De motu proprio, no le veo marcharse de la Moncloa, y mucho menos veo a sus socios echándole, por la cuenta que les trae.