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Canela fina

Moción de censura apoyada por Junts

«La moción de censura que se podría aceptar por Puigdemont estaría encabezada como presidente por Nicolás Redondo Terreros»

El sanchismo teme que Junts termine aceptando una moción de censura... Pero que no se haga ilusiones personales Feijóo. Salvo circunstancias excepcionales, el prófugo golpista Carlos Puigdemont no aceptará una moción de censura que haga presidente al líder popular. Sí se podría organizar el acontecimiento censor con un presidente independiente, bien sea un juez, bien un sindicalista de relieve. Desde hace muchos meses, los observadores de la situación política y social de España señalan a un sindicalista de gran prestigio, Nicolás Redondo Terreros, que se convertiría en presidente del Gobierno para convocar elecciones generales en la fecha más próxima que la legislación permita. Después, a las urnas y que el pueblo decida.

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En el palacio de la Moncloa se conoce esta posibilidad. Y se habla abiertamente de ella. Si Carlos Puigdemont no se declara satisfecho con las concesiones económicas, políticas y sociales que Pedro Sánchez está dispuesto a hacer, la moción de censura podría resultar inevitable. Podría sólo porque Pedro Sánchez es político de reconocida habilidad y si llegara a la conclusión de que Junts le iba a desmontar con una moción de censura, disolvería las Cortes y convocaría elecciones generales controladas por él desde la presidencia del Gobierno. Un censo nuevo prolongado por centenares de miles de inmigrantes nacionalizados y por hijos y nietos de republicanos exiliados en los años cuarenta del siglo pasado provocarían el tambaleo de las encuestas. Y eso sin contar con otras muchas argucias que algún sector sanchista estaría dispuesto a poner en marcha. Sabemos lo que Pedro Sánchez ha hecho para permanecer en el poder. No sabemos lo que hará para asegurarse la victoria en las elecciones generales, sobre todo si se contempla en el espejo de varios países iberoamericanos.

Harto, en fin, de los incumplimientos y las medias tintas de Pedro Sánchez, la amnistía todavía en el aire, el prófugo golpista podría aceptar una moción de censura y tal vez el líder socialista la abortaría convocando él elecciones generales anticipadas. No se puede descartar que todo siga igual y que la caravana de las concesiones y las indecencias prosiga su camino y nada cambie hasta el 2027, año electoral inevitable.