Tribuna

Mujeres en los altos cargos en empresariales y políticos

Tanto las sociedades como las empresas y los grupos políticos tendrán mayor eficacia si utilizan el talento y la experiencia de las mujeres en los departamentos científicos en los Cargos Ejecutivos, de las altas empresas o de elevada política

Mujeres en los altos cargos en empresariales y políticos
Mujeres en los altos cargos en empresariales y políticosRaúl

La sociedad de hoy asume con naturalidad en todo el mundo el pluriempleo de las mujeres, que trabajan fuera del hogar y dentro de su casa, que es una verdadera PYME con decisiones sobre el presupuesto doméstico, la educación de los hijos, los esfuerzos por llegar a fin de mes y tantas resoluciones importantes que realizan diariamente en cualquier lugar. Solo hay que recordar la actividad de algunas madres africanas trabajando en el campo y cargando cestos de más de 30 kilos, con los niños a la espalda a los que dan todo su cariño y es admirable cómo gestionan los microcréditos que concede el Banco de Inversiones (BEI) de la UE. Las que acceden a ellos, tienen iniciativa y devuelven los préstamos con puntualidad, sin embargo, un informe reciente de Naciones Unidas ha expuesto que una de cada cuatro personas en el mundo justifica que un marido maltrate a su mujer, admitiendo tan inicua práctica en las relaciones interpersonales. Lo cierto es que hay miles de mujeres muy estimadas en sus diferentes profesiones: enfermeras, arquitectas, costureras, maestras, ingenieras, médicas, sin olvidar a las que trabajan en el campo con decisión y gran capacidad y tantas otras que realizan su actividad laboral en el ámbito de la ciencia y la tecnología.

Todos los años se celebra el Día Internacional de la Mujer con múltiples manifestaciones, pero son voces en el desierto porque se aprecia con tristeza que se ha cambiado muy poco. Hay que prevenir mediante la educación para que las mujeres puedan gozar de libertad absoluta. La abolición de frases como «detrás de cada gran hombre hay una gran mujer» ¿Cómo detrás? Es peyorativo y se difunde con naturalidad, incluso como gracieta y no es la única, hay otras muchas tan ofensivas.

Actualmente es indignante que figuren tan pocas mujeres en la cúpula de las empresas del Ibex-35, cuando, en verdad, pueden aportar una gran experiencia. Están muy preparadas. La presencia en estas empresas subió en el año 2022, al 32,37%, según el informe elaborado por el IESE, es decir 163 consejeras, 14 más que en el año anterior, pero sigue siendo mínima en los cargos directivos y reseñar que algunas empresas permanecen sin ninguna mujer en las altas responsabilidades. No es que tenga que imponerse un porcentaje determinado, es encontrar la equidad para un mejor futuro, por cuanto puede demostrarse que realizan funciones de trascendencia social en su vida especialmente en situaciones terribles, en las guerras y en la reconstrucción de los países que han combatido, así como en los trágicos accidentes o en pandemias desempeñando trabajos esenciales con gran entrega y máxima eficacia. La Comisión Europea manifestó hace tiempo que su objetivo para los próximos años era que los Consejos de Administración de todas las empresas incorporaran al menos el 40% de mujeres a los altos cargos. No es un planteamiento determinista. Se trata de considerar la importancia de las decisiones de mujeres profesionales que tienen gran relieve, aunque siendo noticia que se nombre a una mujer directora de un hospital, presidenta del Tribunal Supremo o de la Guardia Civil.

Al mismo tiempo, debe ponerse de relieve el rechazo total a los asesinatos y a los malos tratos, algo execrable, fruto de una situación social atrabiliaria y humillante pero que lamentablemente no ha cambiado tanto en los últimos años, como advierten las estadísticas. Así lo refleja la citada evaluación de Naciones Unidas en el Índice de Normas Sociales y de Género. La mujer sigue relegada en muchas áreas del conocimiento, especialmente en las ciencias y en la tecnología, pero siempre hubo algunas muy destacadas, cuyos nombres no se divulgan, nadie sabe por qué, como la zaragozana María Andrea Casamayor de la Coma. Nacida en 1720, una experta en matemáticas que tuvo que firmar con nombre de varón para poder publicar su obra «El Tirocinio matemático sobre las cuatro reglas llanas». Otro ejemplo de buen hacer poco conocido es el de la alcaldesa de Alange (Badajoz) Julia Mayoral, nacida en 1902 creadora de un Negociado Social y un fondo económico de paro agrícola o Asunción Catalá, astrónoma pionera, muy olvidada. Hoy día el Consejo de Investigaciones Científicas cuenta con mujeres de gran nivel, como fue Margarita Salas, hoy Margarita del Val, Laura Frago y muchas otras que es imposible enumerar.

Tanto las sociedades como las empresas y los grupos políticos tendrán mayor eficacia si utilizan el talento y la experiencia de las mujeres en los departamentos científicos en los Cargos Ejecutivos, de las altas empresas o de elevada política, sin duda alguna, y es preciso que desaparezca cualquier ataque grande o pequeño y las condenas por los crímenes que están siendo terriblemente frecuentes. Es triste que todavía haya que clamar contra vejaciones como la llamada «brecha salarial» que significa pagar menos a las mujeres por el mismo trabajo, y se ha dicho que esta injusticia se acabará en el año 2086. Qué largo lo fían.