
El trípode
Otegi, un progresista y feminista aliado sanchista
Koldo García ha reafirmado que condujo a Sánchez y Cerdán desde el aeropuerto de Bilbao a un caserío a reunirse con Otegi para pactar su apoyo a la moción de censura
Para desviar la atención informativa del inhabilitado por el Tribunal Supremo y dimitido como fiscal general del Estado, García Ortiz, Sánchez se ha dado prisa en dar a conocer a su candidata a sucederle al frente de la Institución que tiene por principal deber el promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad. La candidata ya ha sido calificada como «progresista y acreditada feminista», lo que al parecer es una obligada tarjeta de presentación para acceder a cualquier responsabilidad pública de la mano del sanchismo. Unir ambos calificativos como sinónimos, indisociables e indispensables, cual si fueran garantía de una adecuada competencia e idoneidad para el ejercicio del servicio público, es cuando menos arriesgado e inconveniente «a estas alturas del debate», por cuanto, como es de general conocimiento, esos dos calificativos han acompañado a una lista ya no menor de personajes, que adornados de esos títulos protagonizan la actualidad informativa nacional. Así, por ejemplo, Koldo fue calificado por su «anecdótico» conocedor Pedro Sánchez como un «militante socialista ejemplar», mientras Ábalos y Santos Cerdán han merecido reconocimiento y elogio continuado tras ser sucesivamente la «mano derecha» del «número 1» –también conocido como «el puto amo»– al mando del PSOE. Y para quienes no había ningún destacado socialista, o con ganas de serlo, que no pusiera la «mano en el fuego» por su honesto progresismo feminista, siendo no pocos los que habrán debido pasar por consulta médica para cuidar y curar sus quemaduras. Sin duda, encabezados por la locuaz candidata andaluza y vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que no debe confundirse con Irene, que fue la gloriosa ministra de Igualdad, autora de la feminista ley del «solo sí es sí». Por cierto, referencia esta muy oportuna, por cuanto, al parecer, la candidata a suceder a su admirado García Ortiz expresó una opinión muy positiva a esa ley que consideró muy beneficiosa para las mujeres. Lo que, a la vista del centenar de violadores y abusadores sexuales excarcelados por su aplicación, y del millar que vieron reducidas sus condenas, no parece una ley ni muy feminista ni tampoco muy progresista. No apuntando a un «juicio» excesivamente certero por parte de la candidata. Por lo demás, la actualidad sigue orbitando en torno al «ejemplar militante socialista» Koldo García, que ha reafirmado que condujo a Sánchez y Cerdán desde el aeropuerto de Bilbao a un caserío a reunirse con Arnaldo Otegi para pactar su apoyo a la moción de censura sanchista. Con quien Sánchez afirmó que no había nada que pactar y que lo repetiría «cinco o veinte veces…». Otegi y Sánchez han empeñado «su acreditada palabra» en que es mentira.
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