Canela fina
La otra cara del PSOE
Cuarenta años después de la concordia de la Transición se reproducen en la España de Pedro Sánchez las posiciones que generaron la guerra incivil en 1936
Felipe González, el mejor hombre de Estado del siglo XX, instituyó un PSOE democrático, bajo la Constitución de 1978, aprobada en referéndum a través de la voluntad general del pueblo español libremente expresada, que estableció la Monarquía parlamentaria, la Monarquía de todos, propugnada por Don Juan de Borbón desde su exilio en Portugal.
TikTok lleva unos días difundiendo la otra cara del PSOE, la que contribuyó a que los españoles se enzarzaran en una guerra civil atroz. La plataforma controlada por China reproduce en primer lugar la posición bien conocida de Largo Caballero: «La democracia no es un fin, sino un medio. Si triunfamos nosotros haremos la Revolución socialista. Si triunfan las derechas tendremos que ir a la guerra civil declarada».
TikTok reproduce a continuación la frase rotunda de Luis Araquistaín: «La democracia es un estorbo. Lo que España necesita es la dictadura del proletariado». Y la distinguida socialista Margarita Nelken afirmó: «Las derechas no deben llegar jamás al poder, aunque lo obtengan por medio de las urnas».
TikTok se hace eco también del pensamiento de Clara Campoamor: «Las elecciones no nos interesan si no las ganamos». Se trataba de la posición del PSOE en aquella época: «A las derechas no se las reconoce, se las aplasta». Se las revienta, se dice ahora.
El 9 de noviembre de 1933, el diario El Socialista editorializaba: «La clase obrera debe adueñarse del poder político, convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo». TikTok se hace eco también de la frase de Indalecio Prieto: «No les dejaremos ni los ojos para llorar». Y también recoge la intervención de Dolores Ibárruri en sede parlamentaria, refiriéndose a José Calvo-Sotelo: «Este hombre ha hablado por última vez». El socialista Luis Cuenca Estevas descargó dos tiros sobre la cabeza del jefe de la oposición el 13 de julio de 1936.
La Transición significó pasar esta página, así como la de la dictadura franquista, para construir la democracia pluralista plena en la Monarquía de todos. Dolores Ibárruri, Pasionaria, presidió la primera reunión del Congreso de los Diputados y José María Pemán y Rafael Alberti se abrazaron. Cuatro décadas después, en la España de Pedro Sánchez se reproducen los ecos de la España de los años treinta.