El trípode

«Para quien quiera ver y entender»

Tal día como hoy –precisamente en día 13–, del mes de febrero de 2005, falleció la última de los tres Pastorinhos a los que se les apareció la Virgen durante el año 1917, en la por entonces desconocida aldea portuguesa de Fátima.

Tal día como hoy –precisamente en día 13–, del mes de febrero de 2005, falleció la última de los tres Pastorinhos a los que se les apareció la Virgen durante el año 1917, en la por entonces desconocida aldea portuguesa de Fátima. Es sabido que ocurrió los días 13 de cada mes, desde mayo a octubre, salvo en agosto, por haberlo impedido el alcalde de la Vila de Ourem que los mantuvo detenidos aquel día 13 para «acabar con aquellas supercherías de la Iglesia», apareciéndoseles el 19 de agosto, una vez puestos las tres criaturas en libertad. Nadie podía imaginar por entonces que aquellos acontecimientos ocuparían un lugar destacado en los anales de la misma historia mundial. En 1917, la principal transmisora del mensaje de la Virgen de Fátima contaba apenas 10 años, por 7 y 9 sus dos primos, hermanos entre sí, y hoy canonizados, Jacinta y Francisco Marto respectivamente. Ambos fallecieron poco después tal y como la celestial Mensajera les anunció, mientras a Lucía le dirá que ella debería «esperar un poco más de tiempo para ir al Cielo con ellos», porque debía cumplir «la misión de dar a conocer el mensaje», que les anunciaría el 13 de julio.

No es exagerado hablar de la gran importancia para el mundo de aquel suceso por cuanto le salvó de su destrucción total en la segunda guerra mundial, y después, durante la guerra fría. La contienda mundial de 1939 no acabó con la victoria del Tercer Reich de Hitler gracias a la consagración efectuada por Pío XII el 31 de octubre de 1942, que significó un giro radical a la guerra hasta aquel momento victoriosa para los nazis. El mes de Noviembre de 1942, con las derrotas sucesivas del Alamein, Stalingrado y Guadalcanal, son la prueba irrefutable de ello, sin ninguna explicación militar y humana que lo justifique, porque la causa de esas derrotas no fue «solo» natural. En cuanto a la post guerra, o guerra fría, la caída del Muro de Berlín y la misma desaparición de la URSS, la superpotencia comunista, sin mediar el más mínimo enfrentamiento militar con la OTAN, evitó lo que llevaba camino de ser un holocausto nuclear de apocalípticas consecuencias, con la guerra que el sector radical del Politburo Soviético era partidario de desencadenar al dar por perdida la guerra fría por el «escudo espacial» de Ronald Reagan. El atentado contra san Juan Pablo II coincidiendo con el 13 de mayo de 1981, y su encuentro con la Hermana Lucía el 13 de mayo de 1982 en Fátima, dan la respuesta a lo sucedido. Para quien quiera ver y entender.