
Sin Perdón
Los servidores de La Moncloa
«A estas alturas, solo los más ingenuos creen que puede haber un adelanto electoral»
Uno de los aspectos más fascinantes de Sánchez es su capacidad para engañar a propios y extraños. No es un tipo de liderazgo que me guste especialmente, pero no podemos negar su efectividad. No hay más que ver cómo engaña a Puigdemont y se sale con la suya. A estas alturas solo los más ingenuos creen que puede haber un adelanto electoral. La feroz defensa de la izquierda mediática es incluso admirable y lo digo sin ningún atisbo de ironía. Los medios de comunicación y los periodistas, aunque hay excepciones, están echando el resto para conseguir la supervivencia del régimen. Es cierto que se juegan muchos millones. No hay más que ver la voracidad del multimillonario Contreras o los lobistas del sanchismo encabezados por Curtichs y Pepiño el de los pepiñazos. La verdad es que deberían estar tranquilos porque la historia nos demuestra que les fue muy bien a sus antecesores en tiempos de Aznar y Rajoy. Los dirigentes del centroderecha son tan poco sectarios como acomplejados ante la posibilidad de que les llamen fachas, ultras o franquistas.
La lista de escándalos del sanchismo es apabullante. La relación provoca vergüenza ajena, pero no hay que poner en duda la capacidad de resistencia del inquilino de La Moncloa. A pesar de lo que estamos viendo y leyendo con las andanzas de la mamporrera, se ataca a Feijóo. Los columnistas beneficiados por La Moncloa minimizan el escándalo como si fuera el comportamiento delirante de una militante de base. Lo dicen o escriben sin sentir vergüenza o plantearse qué dirían si fuera del PP. No hay más que ver la desmesura con que tratan la historia del novio de Ayuso. Al final, parece que su inspiración sea Óscar López, que ha decidido convertirse en el mamporrero oficial del Gobierno. Tenía un mejor concepto de sus capacidades, pero ya me he convencido de que una manzana podrida corrompe al resto. Es lógico que aguante a pesar de los escándalos. Está rodeado de mercenarios que lo abandonarán cuando pierda el poder. Los escribidores, voceros y lobistas aman, y mucho, el dinero. Me ha inspirado pasear delante de la casa de un potentado como Contreras. Hay que reconocer que son tan de izquierdas como mi perra Lolita.
Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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