Investigación

La operación de los emisarios del PSOE se potenció tras el retiro de Sánchez para "reflexionar"

La maniobra de Díez que buscaría reducir a altos mandos de la UCO y obtener trapos sucios de la judicatura arrancó tras el retiro de Sánchez

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez durante una declaración institucional en el Palacio de la Moncloa, en Madrid este martes, sobre el reciente reconocimiento de Palestina por España.
El presidente del Gobierno Pedro Sánchez durante una declaración institucional en el Palacio de la Moncloa, en Madrid este martes, sobre el reciente reconocimiento de Palestina por España. Borja Puig De La Bellacasa/Moncloa Agencia EFE

El operativo que impulsaron emisarios del PSOE para reducir a la Guardia Civil en causas penales que afectan a Ferraz cobró fuerza tras el retiro de cinco días de Pedro Sánchez el año pasado para "reflexionar" sobre su futuro. El presidente del Gobierno anunció en una carta a la ciudadanía el 24 de abril de 2024 que cancelaba su agenda para barruntar sobre su carrera política ante los ataques "sin precedentes" contra su mujer, Begoña Gómez. Fuentes conocedoras de los hechos confirman a LA RAZÓN que la campaña de estos presuntos "fontaneros" del PSOE se intensificó tras este episodio, del que el propio Sánchez dijo que marcó un «punto y aparte».

El objetivo de la actuación sería intensificar su búsqueda sobre trapos sucios de la UCO en paralelo al inicio de las causas penales que arrancaban en los juzgados contra el entorno del presidente del Ejecutivo. En este tiempo Leire Díez, periodista de profesión, comenzó a acercarse a personas investigadas en casos de corrupción a los que se les ofreció mediación con Fiscalía y, en algunos casos, un cambio de abogados, a cambio de que aportaran información comprometedora de la Guardia Civil y, más en concreto, de la Unidad Central Operativa (UCO), encargada de liderar las investigaciones contra el hermano de Pedro Sánchez, el fiscal general del Estado, Begoña Gómez o la trama Koldo.

Díez puso el foco en unos empresarios investigados en la Audiencia Nacional por un presunto fraude del IVA de 154 millones de euros en el sector de los hidrocarburos. El denominador común de los emisarios del PSOE y estos imputados era su animadversión contra la UCO. En el caso de estos últimos, el descontento se ciñe a presuntas ilegalidades de la Policía Judicial. En concreto, denuncian irregularidades con la grabaciones policiales. Se trata de un material clave ya que sustentó la base para posteriores entradas y registros de los imputados en la y en las que se incautaron numerosa documental.

La reflexión de Sánchez

Los emisarios del PSOE, que estarían liderados por la «fontanera» Leire Díez, se acercaron a estos empresarios para ofrecerles ayuda en sus causas. También tantearon al entorno de Víctor de Aldama, a quien intentan reducir desde que anunciara su intención de colaborar con la Justicia. En el caso del comandante de la Guardia Civil imputado en el caso Koldo, Rubén Villalba, incluso se le dijo que cambiarían a la UCO -que lidera las pesquisas- por la UDEF de la Policía Nacional.

Se trata de movimientos que comenzaron antes del famoso retiro de Pedro Sánchez, pero que, según las fuentes consultadas, se intensificó en el 'impasse' en que Sánchez desapareció. Tras este periodo, los emisarios redoblaron sus esfuerzos para buscar información comprometida sobre fiscales, jueces, la UCO y también el Partido Popular. En paralelo, el núcleo duro de Sánchez se puso manos a la obra para contraatacar lo que denominaron bulos y campañas de desinformación.

El planteamiento que surgió tras el periodo de reflexión de Sánchez recayó sobre el 'número 3' del PSOE, Santos Cerdán, quien, a su vez, habría derivado el encargo a la "fontanera" del PSOE Leire. De esta forma tantearon a los peones más cercanos al núcleo duro de Sánchez para poder conseguir la máxima información posible sobre sus rivales políticos y también de jueces y fiscales. El objetivo era encontrar información negativa de la UCO y muy especialmente, de Antonio Balas. Este teniente coronel de la UCO está detrás de las investigaciones en las grandes causas de corrupción que afectan a la Moncloa, como es el caso de la relativa al fiscal general, Begoña Gómez, el caso Koldo y la investigación al hermano del presidente del Gobierno.

"Es un punto y aparte"

De hecho, las fuentes consultadas por este medio hacen hincapié en que la apertura de diligencias en un juzgado de Badajoz contra David Sánchez también supuso un punto de inflexión en esta campaña. En ese sentido, el apoyo de los empresarios era clave. La rama política se apoyó de personas investigadas en causas de corrupción ya que podrían aportar información clave sobre el Instituto Armado.

El audio relativo a la reunión que Díez mantuvo con Alejandro Hamlyn (uno de los empresarios investigado por una de las tramas del fuel) así lo demuestra. "Lo que yo no tengo ninguna ganas de que pase es que el señor Antonio Balas se convierta en verdugo y de momento lo que está haciendo es convertir a todos en presos y carceleros de él.Desmontando esto (...) se desmontan otras muchas cosas. No hará falta que te diga más ¿no?", le preguntó a Hamlyn en el encuentro que mantuvieron por videoconferencia desde el despacho del abogado Jacobo Teijelo. "Totalmente, mensaje entendido", le respondió este empresario petrolero a quien se le mandó al banquillo por su implicación en el presunto fraude de los hidrocarburos.

Fuentes del entorno de estos "fontaneros" del PSOE niegan que el anuncio del presidente en aquel mes de abril de 2024 influyera en sus actuaciones. Cabe recordar que Sánchez, cinco días después de desaparecer de la vida pública, ofreció una declaración institucional desde Moncloa en la que dijo que seguiría adelante al frente del Ejecutivo. En dicha comparecencia apuntó a una "campaña de descrédito" que su mujer y él llevaban diez años sufriendo. "He decidido seguir. Es un punto y aparte, se lo garantizo. Por eso asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso por la regeneración pendiente de nuestra democracia", dijo.

Con todo, los movimientos de la "fontanera" del PSOE no solo se focalizaron en la Guardia Civil; también puso en la diana a jueces y fiscales ligados con las causas de corrupción que asedian a Moncloa y hasta se impulsó una campaña de extorsión contra el fiscal Anticorrupción, José Grinda, a quien llegaron a ofrecerle una salida de la Fiscalía para que dejara de investigar casos especialmente sensibles para los implicados en el operativo. Grinda, que ha liderado grandes causas de corrupción -como las abiertas contra mafias rusas, PDVSA, la trama Zed o el caso del 3%- lo puso en conocimiento de su jefe, el fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón.