El trípode

Los socios del Gobierno «progresista» con Hamás

un «Gobierno» en el que una parte se manifiesta a favor de Hamás no es precisamente la mejor tarjeta de presentación como «progresista y convivencial» en EEUU y la UE.

La guerra de Israel contra Hamás no solo provoca un grave peligro de expansión a otros países, de consecuencias imprevisibles en el plano militar, sino que abre también frentes violentos en otros ámbitos no militares, como el político. Ejemplo paradigmático de ello es el Gobierno de España, que pretexta estar en funciones para no rendir cuentas de su gestión ante el Congreso, pese a la situación tan especialmente peligrosa que atravesamos. Desde luego, un «Gobierno» en el que una parte se manifiesta a favor de Hamás, acusando al Estado de Israel de «genocida» y exigiendo romper relaciones diplomáticas con él, no es precisamente la mejor tarjeta de presentación como «progresista y convivencial» en EEUU y la UE. Eso lo proclaman sus socios podemitas, que no olvidemos tienen 5 diputados de los 31 de Sumar y son imprescindibles para la investidura sanchista. Y si nos referimos a sus prioritarios aliados parlamentarios, basta oír explayándose en la misma línea al «progresista y convivencial» Otegi, con seis escaños de Bildu detrás. No es de extrañar que en plena presidencia española del Consejo de la UE, nuestra voz esté absolutamente ausente, carente de la más mínima autoridad moral para ser escuchada por nadie.

Biden viajó ayer a Israel, al igual que otros dirigentes europeos, mientras este país acusa duramente al Gobierno sanchista por su posicionamiento utilizando unos términos inauditos en diplomacia. La tragedia humanitaria en un hospital de Gaza enfrenta a la versión israelí con la islámica de Hamás, que llama casi a una guerra santa contra los infieles y sobre la que una investigación independiente debe decir la última palabra. Entre tanto, la presunción de inocencia debe estar del lado israelí, que otorga un valor a la vida humana que ignoran los terroristas del «Movimiento de Resistencia Islámica», más conocido como Hamás.

El 7 de octubre pasado se produjo ese sangriento ataque islamista contra civiles israelíes, y es también un día situado en la Historia de Occidente con caracteres gruesos, porque en esa misma fecha, de 1571, se produjo la batalla naval de Lepanto, en la que la alianza cristiana con España al frente, derrotó al Imperio otomano. Sin esa victoria, hoy la UE sería musulmana, objetivo que algunos pretenden conseguir por otros medios, menos convencionales, pero no menos peligrosos por eficaces. Y mientras, en la actual situación, España presidenta «pro tempore» de la UE. Desde ese 7 de octubre la investidura sanchista tiene consigo no solo a Puigdemont y Otegi como indispensables socios progresistas, sino también a Belarra con Hamás.