Pensiones

¿Trabajar hasta los 71 años?

Si queremos mantener una pensión digna, o ahorramos e invertimos por cuenta propia, o asumimos que trabajaremos más años de los que prometen los políticos

Dos jubilados en un parque
Dos jubilados en un parquePixabay

En los últimos días, muchos se han alarmado con un titular inquietante: los jóvenes deberán retrasar su jubilación hasta los 71 años para cobrar una pensión digna. Detrás de esta estimación, elaborada por BBVA Research y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, no hay un ejercicio de tortura de cifras, sino dos realidades evidentes que empujan inevitablemente hacia esa conclusión.

Primero, los jóvenes se incorporan cada vez más tarde al mercado laboral. No necesariamente porque quieran vivir sin trabajar, sino porque nuestra legislación y la rigidez de nuestro mercado de trabajo dificultan la creación de empleo juvenil. El dato es contundente: en 2007 casi el 59% de los jóvenes entre 16 y 29 años trabajaba; hoy, a pesar de récords de empleo, apenas lo hace el 43%. Quien empieza a cotizar tarde, salvo milagro, no acumula los años suficientes de aportación cuando alcanza la edad oficial de jubilación, hoy fijada en 67 años.

Desde la reforma de pensiones de 2011, para cobrar el 100% de la base reguladora hay que acreditar 37 años cotizados. Si sólo has cotizado 30 años, tu pensión se recorta un 15%. Si quieres evitar ese recorte, tendrás que prolongar tu vida laboral más allá de los 67. Por ejemplo, quien, una vez alcanzados los 67 años, sólo haya cotizado 32 años, deberá trabajar hasta los 72 para recibir el 100% de la base reguladora y mantener una pensión que equivalga al 90% de su último salario.

A esta primera causa hay que sumar otra más preocupante: la inviabilidad financiera del sistema de pensiones. A lo largo de las próximas décadas se introducirán ajustes para contener el gasto: ampliar el período de cálculo de la base reguladora de 27 a 35 años, aumentar los años necesarios para cobrar el 100% o aplicar factores de sostenibilidad ligados a la esperanza de vida. Todo esto reducirá aún más la pensión devengada. Con estos recortes, quien se jubile tras haber cotizado sólo 32 años podría ver cómo su pensión apenas equivale al 63% de su último salario, obligándole a prolongar su vida laboral hasta los 75 para acercarse siquiera al 80%.

Más allá de las estimaciones específicas sobre cuántos años extra deberemos trabajar, la conclusión es clara: si queremos mantener una pensión digna, o ahorramos e invertimos por cuenta propia, o asumimos que trabajaremos más años de los que prometen los políticos. Lo que no podemos hacer es fiarnos de quienes sólo planifican para la próxima reelección.