El trípode

Trágica coincidencia de «incendios» valencianos

Que el edificio fuera de reciente construcción agrava si cabe las responsabilidades que en su caso puedan proceder por lo sucedido.

La actualidad nacional e internacional es prolífica en acontecimientos de suficiente entidad como para convertirse en noticias de alcance. Unas lo son por razones políticas y otras por diferentes motivos, pero con el común denominador de merecer particular atención de la opinión pública y de la publicada. El caso «Koldo- Ábalos» sobre las mascarillas tiene unas características que le aseguran convertirse en un nuevo capítulo del conocido como «Tito Berni» por sus patéticas coincidencias, pero corregido y aumentado hasta niveles inimaginables por afectar a una persona que formaba parte del círculo más próximo de Sánchez tanto en el gobierno como en el PSOE. Y por tratarse de presunta corrupción con las mascarillas de uso obligatorio por toda la población y con el país sometido a total confinamiento por la pandemia, lo que le añade al caso una componente incalificable.

La otra noticia de alcance es el incendio de un inmueble de 14 plantas en Valencia, ardiendo cual antorcha gigante en apenas una hora. Expertos en la materia ya señalan a la cubierta de poliuretano o polietileno de la fachada como la probable causa de tan rápida expansión del fuego, lo que requiere de una investigación rigurosa para conocer lo sucedido e impedir que esta tragedia pueda repetirse en el futuro en otros inmuebles. Que el edificio fuera de reciente construcción agrava si cabe las responsabilidades que en su caso puedan proceder por lo sucedido. Asimismo, en una fecha como la de hoy 24 de febrero, no podemos obviar que en este mismo día de 2022 comenzó la denominada por el Kremlin como «operación militar especial», conocida en Occidente como invasión de Ucrania. Esto significa que ya son dos años de una guerra que no tiene ningún viso de finalizar ante la carencia de iniciativa alguna para conseguir cuando menos un alto el fuego que abriera la posibilidad de un armisticio negociado sobre bases realistas. La muerte en España esta semana de un desertor ruso se suma a una larga lista de ejecuciones en el extranjero diseñadas por el KGB a lo largo de la Historia, entre las que destaca la de Trotsky en México en 1940, por medio del piolet del español Ramón Mercader. Hoy es Putin quien lo ordena sin existir ni la misma URSS, pero desgraciadamente «quien esté libre de pecado que tire la primera piedra». El diputado valenciano Ábalos ha tenido una trágica «baraka» informativa al coincidir ese devastador incendio en Valencia, con la noticia de ese otro devastador caso protagonizado por su hombre de confianza. Pero este incendio político no va a ser extinguido tan rápidamente como el otro.