Estreno

Unir la izquierda y la derecha

La Razón
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En los comienzos de la publicidad televisiva los dibujos animados fueron el recurso habitual para hacer todo tipo de «efectos especiales» imposibles de mostrar con imágenes reales. Luego pasaron a ser patrimonio casi exclusivo de los anuncios dirigidos a los niños, y actualmente casi todos los spots de dibujitos suelen tener carácter infantil. Pero los dibujos animados también permiten ser trasgresores y contar historias que de otra forma serían difíciles de asumir. Así, la agencia Publicis España en colaboración con Marcel París ha decidido romper todos los códigos establecidos en la publicidad de lencería mostrando dos enormes tetas con patitas en distintas situaciones, hasta que «la izquierda y la derecha» consiguen finalmente unirse gracias a los sujetadores «push-up» de la marca de Lencería Valege.

El recurso a los «pechos animados» que aparecen como enormes globos rosas ya lo utilizó con humor hace décadas Woody Allen en «Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo...», pero resulta sorprendente su aparición en una campaña de televisión para anunciar sujetadores. Porque los anuncios de lencería son unos clásicos que se mantienen casi invariables desde los primeros tiempos de la publicidad: bellas mujeres con las formas perfectas según los cánones que dicta la moda para cada época, mostrándose seductoras y atractivas gracias a la ayuda de fajas, sostenes, sujetadores, ligueros y todos los accesorios que pretenden vender.

En este caso la animación 3D y el humor permiten contar varias historias del peculiar y «amoroso» encuentro entre ambos pechos que hasta entonces vivían separados. La campaña, con tres spots diferentes ambientados en un aeropuerto, un plató de televisión y un muelle, resulta absolutamente insólita en su sector, cambiando el habitual erotismo y sensualidad por la simplicidad y el humor. Como también rompe los códigos de su sector Nivea en otra insólita acción, convirtiendo a viajeros anónimos grabados en un aeropuerto en sorprendidos fugitivos perseguidos por la justicia, una broma de cámara oculta que tiene como objetivo final demostrar la eficacia de su desodorante en situaciones de stress y alta tensión emocional. En este caso, la campaña es obra de una agencia alemana y se puede ver en internet, donde los divertidos vídeos de «The Stresstest» de Nivea acumulan miles de visitas.