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Sin Perdón

Una victoria del sanchismo que es la derrota de España

«Estamos ante una mutación constitucional gracias al servilismo de Conde-Pumpido y sus mariachis»

Nunca he compartido las esperanzas puestas en el Tribunal de Justicia de la UE por los defensores de la Constitución y el Estado de Derecho. Las cesiones de Sánchez han debilitado la posición de España y era lógico que el abogado general del TJUE, Dean Spielmann, se lavara las manos como Pilatos. La amnistía es un atropello a la Constitución y a lo que decidieron los diputados y los senadores constituyentes. Es la expresión de estos tiempos donde cualquier indignidad es legitimada mientras se compre al que tiene que validarla. El propio Sánchez decía que la amnistía no cabía en la Constitución. Por supuesto, Conde-Pumpido no tenía ninguna opinión, porque se adapta a lo que quiera su jefe de filas. Le encaja muy bien la frase atribuida a Groucho Marx «estos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros». Las conclusiones de Spielmann son coherentes y una respuesta a un Estado que ha renunciado a defender la Justicia. El pronunciamiento del TJUE irá en el sentido de considerar que la amnistía es competencia exclusiva de los Estados miembros y que no se ha demostrado que la malversación hubiera afectado a fondos de la UE. Es una autoamnistía, porque ha sido redactada por los beneficiarios de esta. No es una opinión, sino una realidad reconocida por todos los participantes. Estamos ante una mutación constitucional gracias al servilismo de Conde-Pumpido y sus mariachis. Durante décadas, la doctrina defendió que la amnistía no cabía en la Constitución, además de ser un disparate, ya que en una democracia no tiene ningún sentido. La Justicia europea ha constatado que los autores de la rebelión han sido perdonados por medio de esta polémica ley, que el aparato del Estado controlado por Sánchez, que quería meter a Puigdemont en la cárcel, trabaja a favor de los independentistas y gobierna con ellos. Este conjunto de despropósitos y otros muchos habían debilitado la posición de España para favorecer a Puigdemont. Ahora solo queda que Conde-Pumpido afine los últimos detalles antes de recibir su recompensa como sanchista ejemplar. Como era previsible, será la Unión Europea la que resuelva el regreso de Puigdemont. Y Sánchez, que quería meterlo en la cárcel, no debería cantar victoria, porque es más peligroso dentro que fuera de España. No será su rehén.

Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)