Japón
Sánchez reta a Iglesias y éste amenaza con tumbar su investidura
Desde el PSOE informan que Podemos no descarta votar en contra en la sesión de investidura y el partido morado destaca que el presidente “no ha decidido si quiere pactar con la derecha o la izquierda”
Estaban llamados a ser socios preferentes durante esta legislatura pero ayer ambos constataron en La Moncloa que sus días de luna de miel están más que olvidados. Poco más de una hora de reunión, la cuarta entre ambos desde el 28-A, les bastó a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias para constatar lo alejados que están para iniciar una negociación de cara a la investidura del socialista y, mucho más, para conformar un Gobierno conjunto entre el PSOE y Podemos. Lejos de producirse avances, la cita acabó en fracaso.
No hubo declaraciones a su término y las explicaciones ofrecidas desde ambas orillas buscaron trasladar la responsabilidad del desencuentro al otro. Fuentes socialistas relatan que Iglesias sigue obcecado en incorporar al Consejo de Ministros a miembros de su partido. Desde Podemos, por su parte, alertan de que el presidente en funciones ni siquiera sabe si quiere gobernar durante los próximos cuatro años acompañado por fuerzas de izquierdas o de derechas. Al margen de este fuego cruzado, la realidad retrata una paradoja: Sánchez, dos meses después de las elecciones, no tiene los apoyos necesarios para ser investido y, a pesar de ello, mantiene su intención de acudir al Congreso en las próximas semanas para tratar de recabar la confianza de la mayoría de los diputados.
Alejados esta vez de las medias verdades y de la diplomacia de despacho de las reuniones anteriores, Sánchez e Iglesias definieron ayer sus posiciones de forma más clara. Empezando por el presidente, que trasladó a su interlocutor que buscará su elección como presidente aunque no hayan alumbrado ambos ningún acuerdo previamente: «Con o sin apoyos en el mes de julio habrá investidura». Este escenario constituye un auténtico desafío del PSOE a Podemos ya que sitúa al partido de Iglesias ante la tesitura de apoyar o no a Sánchez, sin ningún tipo de contrapartida, y con la amenaza de unas nuevas elecciones en otoño. Ante ello, relatan fuentes socialistas, Iglesias «no ha descartado votar en contra» y, de esta forma, tumbar la investidura. Respecto a la posible fecha de esa sesión de investidura, desde Moncloa reconocen a este diario que se fijará en el mes de julio, aunque desconocen aún el día exacto. La decisión, aclaran, la comenzarán a perfilar a partir de ahora, una vez constatada la negativa de Iglesias a su propuesta.
La oferta que Sánchez puso encima de la mesa sigue siendo la misma: trabajar en el diseño de «un Gobierno de cooperación en los tres ámbitos de colaboración conocidos: programática, parlamentaria e institucional». Mantuvo, por tanto, el veto a la incorporación de miembros de Podemos al Consejo de Ministros, al quedar limitada su entrada a puestos intermedios como secretarías de Estado y direcciones generales. La única novedad de la reunión de ayer, según informaron desde el PSOE, fue la propuesta de crear una «Comisión de seguimiento al posible acuerdo de gobernabilidad». Esas mismas fuentes del PSOE lamentan que Iglesias «no haya variado su posición, manteniendo su exigencia de un Gobierno de coalición».
Podemos pide «claridad»
Si el PSOE criticó el inmovilismo con el que Iglesias acudió a Moncloa, desde Podemos lamentan la indefinición del presidente en funciones. No en vano, fuentes de la dirección del partido morado explican que su líder «constató» en la reunión que el PSOE «no ha decidido si quiere un acuerdo con la izquierda o con la derecha para sacar adelante la investidura». A este respecto Iglesias también fue claro a la hora de «transmitir al candidato del PSOE que debe decidirse y que España necesita un Gobierno estable y de izquierdas, y que la ciudadanía merece claridad y certidumbres respecto al proyecto de Gobierno que se tiene para el país». Y añaden desde su equipo de confianza: «Por nuestra parte encontrarán siempre esa claridad. Queremos acuerdos claros, como los que hemos conseguido con el PSOE y otras fuerzas en varias comunidades autónomas».
Respecto a la propuesta de incorporar ministros morados al futuro Gobierno, fuentes de la dirección de Podemos aclaran que «no vamos a entrar en disputas sobre sillones grandes o sillones pequeños». Lo que no significa, según explican a LA RAZÓN, que renuncien al Ejecutivo de coalición y se conformen con cargos intermedios, sino que las dificultades que observan en las negociaciones van más allá y giran en torno a si Sánchez prefiere a Podemos o a Ciudadanos como compañero de legislatura. No obstante, y pese al mal resultado de esta reunión, Iglesias volvió a dejar su mano tendida a Sánchez: «Si el PSOE mira a la izquierda, estamos disponibles para iniciar, cuanto antes, una negociación seria para lograr un programa que ponga en el centro los derechos sociales y medioambientales y un Gobierno de coalición estable», subrayan esas mismas fuentes.
Llegado el punto con el que amenazó ayer Sánchez, con la celebración de un pleno de investidura sin haber firmado un acuerdo con Podemos, el equipo de Iglesias ya tiene preparada su estrategia, tal y como informó este diario el pasado domingo. El plan de Podemos pasa por la convocatoria de una consulta entre las bases moradas que sirva para que expresen su posición sobre esta cuestión y legitimen un «no» de Iglesias a Sánchez.
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