Ginebra
Una agenda para un país
Don Felipe y Doña Letizia acuden a un gran número de actos públicos, en los que buscan estar en contacto con la sociedad española, sus inquietudes y problemas.
Siete de la mañana. Los Príncipes de Asturias procuran compartir el primer café del día en presencia de sus hijas antes de llevarlas al colegio de los Rosales si sus agendas se lo permiten. Sobre la mesa, todos los periódicos para estar al tanto de la actualidad antes de comenzar la jornada, y el «clipping» que el equipo de comunicación les prepara de todo lo que se publica respecto a la Familia Real.
Desde que se dijeron el «sí quiero» en la catedral de la Almudena aquel 22 de mayo, ya hace 10 años, los Príncipes han realizado un total de 1.516 actos, de los que Don Felipe ha asistido a 938 y Doña Letizia, a 190, según datos aportados por la Casa Real. Tanto La Reina como la Princesa desempeñan el papel de consorte, por lo que no pueden asumir funciones constitucionales, pero sí determinadas actividades administrativas y de acompañamiento, es decir, su principal labor es apoyar la labor institucional de Don Juan Carlos o de Don Felipe. ¿Cuál es entonces el «cometido» de los Príncipes de Asturias, desde que se toman ese primer café, teniendo en cuenta que no está regulado en la Carta Magna? Así como la fundamental función del Rey es la de ser árbitro y garante de la unidad y estabilidad del país, la de Don Felipe es la de representar la continuidad de la Dinastía. Sin embargo, a sus 46 años de edad, cada vez va asumiendo una mayor responsabilidad y, por lo tanto, Doña Letizia también. Y esto es un hecho: el año que se casó con la entonces periodista Letizia Ortiz realizó 69 actos en total, mientras que el año pasado el número ascendió a 221.
El Príncipe, al igual que Don Juan Carlos, tiene una actividad institucional pública, la que trasciende, y otra privada de la que la Casa Real no informa y que consiste en mantener reuniones semanales con los órganos constitucionales, las principales instituciones del Estado y de las Comunicades Autónomas para estar al tanto de sus actividades. También recibe en audiencias públicas y privadas a personas de los ámbitos político, económico, cultural de los medios de comunicación –principalmente con los directores–. Don Juan Carlos hace partícipe a su hijo de los movimientos que se hacen dentro de Zarzuela, por lo que despachan asiduamente para tratar los distintos temas que conciernen a la Corona y que centran la atención de la opinión pública en el país. Este trabajo conjunto cada vez es más fluido, ya que el Príncipe es un heredero que –como ha demostrado en las ocasiones en las que el Rey ha estado convaleciente tras sus operaciones y ha tenido que representarle, nunca sustituirle– tiene la preparación suficiente como para desempeñar la función de Jefe de Estado. Algo que Don Juan Carlos acostumbra a hacer público en sus últimos discursos, como el de Navidad del año pasado, en el que citó una frase de su hijo en los Premios Príncipe de Asturias: «España es una gran Nación que vale la pena vivir y querer, y por la que merece la pena luchar» –tanto las palabras navideñas del Rey como las de Don Felipe en dichos Premios son las únicas de todo el año que pronuncian sin intervención del Gobierno–. Los ciudadanos demostraron con sus respuestas en las últimas encuestas que ellos también creen en la correcta preparación de Don Felipe, ya que, junto a la Reina, son los miembros mejor valorados de la Familia Real.
Gimnasio en la Zarzuela
Tanto el Príncipe como la Princesa son deportistas y les gusta mantenerse en forma, por lo que concilian sus compromisos con la práctica de deporte. El Príncipe, que ha heredado del Jefe de Estado la costumbre de madrugar, procura realizar una tabla de ejercicios diaria, y la Princesa es asidua al gimnasio del Palacio de la Zarzuela. Los Príncipes de Asturias nunca tienen un número de actos públicos semanales exacto; suele fluctuar de dos a cinco, aunque luego tengan sus reuniones privadas.
En el transcurso de estos diez años, el Príncipe ha pronunciado 679 discursos y la Princesa de Asturias, 86. Tal y como informan fuentes cercanas, mientras que el Rey «es más de comunicación oral, el Príncipe es más de papeles». Según cuentan, le gusta repasar los discursos hasta tarde y es habitual que aporte de su propia «cosecha». En este aspecto, Doña Letizia ha sido un gran baluarte ya que, debido a su anterior profesión de periodista, está acostumbrada a comunicar y a buscar el mensaje que llegue a la gente. Si la intervención del Príncipe durante la presentación de la candidatura de Madrid 2020 en Argentina fue muy valorada, fuentes de Zarzuela informaron a este periódico de que los Príncipes trabajaron codo con codo en la elaboración del discurso.
A pesar de su condición de Princesa, fuentes próximas a ella y que trabajan en las fundaciones con las que colabora y es presidenta aseguran que la mujer del Príncipe es «muy concienzuda y participativa» en las reuniones de trabajo, y que «se nota que no ha abandonado su perfil de periodista». A día de hoy, el matrimonio ha mantenido 248 audiencias juntos con cobertura informativa, en las que se han reunido con más de 7.200 personas. Por separado, Don Felipe ha recibido 571 audiencias de las que se ha reunido con más de 10.850 personas y Doña Letizia, 107, en las que se ha visto con más de 2.100.
Alto sentido de la responsabilidad
Esta semana previa a su aniversario, Don Felipe ha asistido a menos actos de lo habitual. Presidió el lunes el «Georgetown Forum-Momento de España», un encuentro de diez horas para impulsar la motivación de los españoles, ahora que el país está notando un leve repunte económico. Son habituales en los discursos del Príncipe comentarios de índole social y dirigidos directamente a los ciudadanos, y en esta ocasión fue comentado el que instara a los españoles a «querernos más». Los más allegados a Don Felipe señalan que es una persona exquisita en el trato, y que, como su madre, cuando está hablando con uno dispone de toda su atención para esa persona, también indican que es una persona muy cercana y con un alto sentido de la responsabilidad. Por el contrario, le achacan un carácter a veces demasiado pendiente de agradar y con menos genio y carisma que Don Juan Carlos para solventar las situaciones comprometidas. Lo que Don Felipe conserva del legado familiar, como todos los miembros de la Familia Real, es la sonrisa con la que atienden y que mantienen durante cualquier acto, por muy pesado que sea. Es un rasgo familiar irrenunciable, sobre todo en Doña Sofía y en Don Felipe.
Una de las áreas principales en su agenda es la relacionada con las Fuerzas Armadas. Don Felipe es Teniente Coronel del Cuerpo General del Ejército de Tierra, Capitán de Fragata del Cuerpo General de la Armada y teniente Coronel del Cuerpo General del Ejército del Aire. Según informan fuentes de Zarzuela, Don Felipe recibe habitualmente a altos mandos de las Fuerzas Armadas dentro del Palacio, y cada vez tiene una mayor presencia fuera de él: Don Juan Carlos ha ido delegando en su hijo las maniobras militares, actos que requieren una capacidad física. Las últimas operaciones del Monarca han propiciado que sea Don Felipe el encargado de realizarlas. La confianza del Jefe de Estado en su hijo en ciertas áreas no es reciente, ya que el Príncipe de Asturias asiste a todas las tomas de posesión iberoamericanas desde 1996. Como gran aficionado que es al deporte, intenta asistir a todos los partidos que puede, y este miércoles por la tarde asistió a la final de la UEFA Europa League, que disputaron el Sevilla F.C. y el S. L. Benfica y que finalmente se saldó con la victoria del club español.
Esta semana sí ha sido significativa para Doña Letizia en cuanto a agenda propia se refiere. El martes viajó a Ginebra para asistir a la reunión sobre la próxima Conferencia Internacional de Nutrición organizada por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y la OMS (Organización Mundial de la Salud), encuentro previo a la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición
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