Vaticano

Benedicto XVI: «El cristiano no debe temer ir a contracorriente»

Benedicto XVI dijo hoy que el cristiano "no debe tener miedo de ir a contracorriente"para vivir su propia fe y denunció que en la sociedad actual Dios se ha convertido en el "gran ausente"y en su puesto el hombre ha colocado numerosos ídolos, "el primero, él mismo".

El Pontífice hizo estas manifestaciones ante varios miles de fieles que asistieron en el Aula Pablo VI del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, cuya catequesis dedicó al primer artículo del Credo "Creo en un solo Dios".

El Obispo de Roma afirmó que creer implica adhesión, acogida y obediencia, que es un acto personal, una respuesta libre.

"Creer en Dios nos hace portadores de valores que muchas veces no coinciden con la moda y la opinión de momento, nos exige adoptar criterios y asumir comportamientos que no pertenecen al común modo de pensar", subrayó.

El Pontífice agregó que el cristiano "no debe tener miedo de ir a contracorriente para vivir su propia fe, resistiendo la tentación de 'uniformarse'"y denunció que la sociedad actual relega a Dios a un segundo plano.

"En muchas sociedades, Dios se ha convertido en el gran ausente y en su puesto se han colocado muchos ídolos, el primero, él mismo. También los notables y positivos progresos de la ciencia y de la técnica han llevado al hombre a una ilusión de omnipotencia y de autosuficiencia, a la vez que un creciente egocentrismo ha creado no pocos desequilibrios en las relaciones interpersonales y en los comportamientos sociales", destacó.

Benedicto XVI animó a los hombres a seguir a Dios "sin miedo", un camino -precisó- que muchas veces "es difícil, que conoce la muerte, pero que se abre a la vida, transformando la realidad y que sólo los ojos de la fe pueden ver y gustar en total plenitud".

Como es habitual, el papa saludó en diferentes idiomas, entre ellos español, en el que invitó a los presentes de España y América Latina "a no tener miedo de seguir al Señor, olvidándonos de nosotros mismos y confiando en la bendición de Dios".

Al final de la audiencia, el papa Ratzinger expresó su preocupación por las inundaciones que han devastado la capital de Indonesia. Yakarta, y causado numerosas víctimas y pidió la solidaridad de todos "para que no falten las ayudas a la población afectada".