El Papa nombra a dos españoles entre sus 14 nuevos cardenales

Ladaria, jesuita, y el claretiano Bocos obtendrán el birrete cardenalicio el 29 de junio. Francisco continúa así con su designación de purpurados en las periferias y la Curia.

El Papa Francisco nombrará cardenales a los españoles Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Aquilino Bocos, misionero claretiano y antiguo superior general de la orden.

Al concluir el rezo Regina Coeli y de forma totalmente inesperada, Bergoglio anunció ayer, solemnidad de Pentecostés, que el día 29 de junio presidirá un consistorio –el quinto de su pontificado– para crear 14 nuevos cardenales. Además de los españoles Ladaria y Bocos, el Papa, siguiendo con su política de una Iglesia que se dirige a las periferias del mundo, volverá a situar cardenales en urbes alejadas del primer plano geopolítico.

Mirando de forma especial a Asia, destaca la creación como nuevo cardenal del patriarca de Babilonia, el iraquí Louis Raphaël I Sako, una señal de la atención de Francisco por los cristianos perseguidos en Oriente Medio. También nombrará al arzobispo de la urbe más poblada de Pakistán (Karachi), monseñor Joseph Coutts, y al titular de la diócesis japonesa de Osaka, Thomas Aquinas Manyol.

América Latina también tendrá representación en este quinto consistorio de Francisco, pues ha otorgado la dignidad cardenalicia a tres arzobispos de Suramérica. Con el ojo puesto en el próximo Sínodo de la Amazonía de 2019, hará cardenal al arzobispo de la ciudad peruana de Huancayo, Pedro Barreto, vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica y hombre muy comprometido con la preservación de la selva y de los indígenas que la habitan. El arzobispo emérito de Xalapa (México), Sergio Obeso; y el prelado emérito de Corocoro (Bolivia), Toribio Ticona son otros a los que se otorgará el birrete cardenalicio.

Europa estará representada con el obispo de Leiria-Fátima (Portugal), António Marto, y con el arzobispo de L’ Aquila (Italia), una zona castigada en los últimos años por los terremotos. Y por parte de África, estará Desiré Tsarahazana, arzobispo de Toamasina (Magadascar).

Pero mientras Mario Bergoglio descentraliza la Iglesia y sitúa a sus cardenales en ciudades periféricas, en el consistorio del próximo 29 de junio también nombrará cardenales a tres importantes miembros de la Curia Romana, el Gobierno de la Santa Sede. Se trata de su limosnero pontificio, el monseñor polaco Konrad Krajewski, comprometido en las obras de caridad con los más pobres, y el actual prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el español Luis Ladaria Ferrer. Igualmente, se ha otorgado el capelo de cardenal a monseñor Giovanni Angelo Becciu, número dos de la poderosa Secretaría de Estado vaticana, sustituto para los Asuntos Generales y delegado especial ante la Soberana Orden de Malta.

Para festejar Pentecostés, Francisco –y como ya suele ser habitual en él– se salió del guión y sacó una lista de su bolsillo con los nombres de los nuevos 14 cardenales. Tras leer los once primeros, hizo una mención especial a los tres que son mayores de 80 años, distinguidos «por su servicio a la Iglesia». Al ser octogenarios no pueden ser cardenales electores en el próximo cónclave para la elección de un Papa. Estos tres nuevos cardenales, son «un obispo emérito, un religioso y un sacerdote», específico Francisco, para a continuación decir sus nombres: el misionero claretiano español Aquilino Bocos, el arzobispo emérito de Xalapa y el sacerdote emérito de Corocoro.

Con el nombramiento de Bocos son 10 los cardenales eméritos españoles. Por otra parte, con Luis Ladaria ascienden a cinco los cardenales españoles con capacidad electora de un nuevo Pontífice. Los arzobispos de Valencia (Antonio Cañizares), Valladolid (Ricardo Blázquez), Madrid (Carlos Osoro) y Barcelona (Juan José Omella) –estos dos últimos nombrados cardenales por el papa Francisco– se encuentran también por debajo de esa edad.