«El próximo Pontífice puede ser de África o de América Latina»

El suizo Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, era uno de los cardenales presentes en el consistorio del lunes en el que Benedicto XVI anunció su renuncia. Las palabras del Papa en latín diciendo que su pontificado concluye el 28 de febrero le pillaron por sorpresa, como a casi todos. Aunque no las entendió del todo por su falta de dominio de la lengua latina, le dejaron «en estado de ''shock''». El cardenal Koch considera la renuncia de Benedicto XVI una prueba de «su gran humildad» y apuesta porque su sucesor sea de África o América Latina.

–¿Sabía que el Papa iba a anunciar su deseo de renunciar al pontificado a partir del 28 de febrero?

–Ha sido para todos una gran sorpresa que debemos aceptar con gratitud. Pese a lo inaudito, me parece un gesto típico del Santo Padre Benedicto XVI, que siempre ha sido muy consciente de los límites de su persona. Cuando alguien no se encuentra con las fuerzas para cumplir con las obligaciones de su cargo, tiene todo el derecho de dejarlo. Este gesto del Papa muestra su gran humildad.

–¿Cómo vivió durante el consistorio para la canonización de los mártires de Otranto, celebrado el lunes, el anuncio sorpresa de Benedicto XVI?

–Estaba en el consistorio junto a la mayoría de los cardenales presentes en Roma. Cuando el Papa dijo que renunciaba´, me quedé en estado de «shock». Yo no hablo muy bien el latín, así que no entendí del todo lo que estaba diciendo, pero al poco tiempo estuvo ya claro. Después de las palabras de Benedicto XVI en latín anunciando su renuncia, el decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, hizo un discurso en italiano y ambos se abrazaron. En ese momento estuvo claro para todos lo que acababa de pasar.

–¿Qué características debe reunir el cardenal que resulte elegido Papa en el próximo cónclave?

–No es algo fácil de decir. La Iglesia católica es muy distinta en los distintos continentes donde está presente. En África, Asia, América Latina o Europa tiene características diversas. Por ello los desafíos a afrontar son también muy distintos en cada lugar. Por otro lado, la Iglesia en Europa está muy polarizada. No resulta por ello fácil encontrar a un Papa que sea capaz de responder a todos los desafíos que plantea hoy la Iglesia universal.

–¿Ha llegado el momento de la elección de un Papa que no sea europeo?

–Yo creo que sí. El gran crecimiento de la Iglesia hoy se da en África y América Latina, por lo que puedo pensar que podemos perfectamente tener un nuevo Papa que venga de América Latina o de África.

–¿Cuál es, en su opinión, el principal legado que deja el pontificado de Benedicto XVI?

–La labor más importante del Santo Padre ha sido poner la Palabra de Dios en el centro de la Iglesia. El Evangelio y Cristo deben ser el centro de la vida eclesiástica para poder profundizar en la fe. El Papa ha visto la situación tan difícil que afronta la Iglesia y la propia fe en diversos lugares, pero sobre todo en Europa, y ha querido profundizarla y renovarla, anunciando nuevamente el Evangelio de Jesucristo. De ahí viene el gran esfuerzo de la nueva evangelización. Al Papa le preocupa mucho la disolución de la fe católica en el mundo, particularmente en Europa.

–¿Cómo ha sido el pontificado de Benedicto XVI desde un punto de vista ecuménico?

–Siempre he tenido la impresión, reflexionando sobre sus palabras y sus actos, de que el ecumenismo, es decir, la búsqueda de la unidad de los cristianos, es un asunto que está en el corazón del Santo Padre. Siempre ha tenido mucho interés y ha realizado muchos esfuerzos para conseguir la unidad de todos los cristianos. Era algo estupendo poder trabajar en su nombre en esta labor que era para él tan importante y que tanto apoyaba.

–¿Le han convocado ya para el próximo consistorio?

–Aún no. No sé todavía en qué fecha comenzará. Debe iniciarse entre quince y veinte días después de que se declare el periodo de sede vacante.