Aragón
España, con alma carioca
Depende de para qué, la distancia no es un problema. Un ejemplo de ello es que a pesar de los miles de kilómetros que separan a España y Brasil, la fe y alegría que durante esta semana se están viviendo en ambos países es similar. Y es que aquellos peregrinos españoles que no han podido acudir hasta Río de Janeiro para presenciar en primera persona la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), han podido hacerlo desde su país. El Rocío, en Huelva, Alcalá de Henares, en Madrid, y Almodóvar del Campo, en Ciudad Real, son algunos de los lugares que han organizado estos días las Jornadas Pastorales de la Juventud (JPJ), unos actos en los que los jóveneshan podido disfrutar de numerosos eventos que han acercado hasta la geografía española el espíritu de la JMJ brasileña.
El punto más multitudinario que ha acogido estas jornadas ha sido la Aldea del Rocío. Hasta allí se han desplazado más de 4.000 muchachos, provenientes de comunidades autónomas como Madrid, Cataluña, Cantabria o Aragón. Desde el jueves y hasta hoy han participado en actividades tales como misas, catequesis, vigilias y talleres lúdicos, todo ello presidido por una adoración continuada al Santísimo. El delegado diocesano para la Pastoral Juvenil, Antonio Gama, asegura que ésta «no sólo es una experiencia de servicio, sino también de convivencia y voluntariado». «Se respira muy buen ambiente; los chavales han hecho piña», afirma, y añade que los presentes «sabían que no iban a cualquier sitio, sino a un encuentro cristiano, lo que no ha supuesto que no haya habido tiempo para la fiesta, pero una fiesta entendida como un compartir la alegría de estos días».
Otra de las zonas que han acogido las JPJ ha sido Alcalá de Henares, donde alrededor de 150 chavales han acudido desde el pasado jueves hasta hoy. La diócesis de la localidad madrileña ha organizado acciones en las que los asistentes han podido, además de llevar a cabo su fe cristiana, visitar conventos y presenciar conciertos. El delegado de la Juventud de Alcalá de Henares, Alberto Raposo, califica estos últimos días como «una mezcla de jaleo y recogimiento». «El espíritu que aquí ha existido ha sido muy similar al vivido hace dos años en la JMJ de Madrid», concluye.
Por último, otro de los emplazamientos que han desarrollado la JPJ ha sido Almodóvar del Campo, donde han tenido lugar desde excursiones a la cueva de en la que San Juan de Ávila descubrió su vocación hasta el templo donde éste fue bautizado y en el que celebró su primera misa. Juan Pedro, un sacerdote de Socuéllamos, en Ciudad Real, ha sido responsable de uno de los grupos de jóvenes que hasta allí han acudido. «He acompañado a gente muy vinculada a la Semana Santa», opina, y agrega que «ha sido una experiencia estupenda. Ese ambiente lo llevamos los curas jóvenes muy dentro».
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