Juan Pablo II

«Ha sido un milagro, nunca me había sucedido algo similar»

El neurocirujano que trató a Floribeth Mora, la mujer curada de un aneurisma gracias a Juan Pablo II, no encuentra explicación científica al caso de su paciente

Alejandro Vargas, el especialista que detectó el aneurisma cerebral
Alejandro Vargas, el especialista que detectó el aneurisma cerebrallarazon

MADRID- Un dolor de cabeza llevó a Floribeth Mora, la mujer costarricense que elevará a Juan Pablo II hacía la Santidad, a un hospital cercano a su vivienda en Cartago. Pero no se trataba de una simple jaqueca, los doctores detectaron un sangrado en el hemisferio derecho de su cerebro. La gravedad de su caso obligó a los médicos a trasladarla al Hospital Calderón Guardia en San José de Costa Rica. Alejandro Vargas es el neurocirujano que le detectó el aneurisma cerebral y que le ha tratado desde entonces en ese centro. «Me sorprende muchísimo la desaparición del aneurisma, no lo logro explicar con bases científicas, por tanto es un milagro», comentó el doctor a LA RAZÓN. Así, añadió que «nunca me había sucedido algo similar».

Su recuperación sólo se puede entender desde la más profunda fe. Sus continuos rezos al Papa polaco surtieron efecto y esta mujer «está en excelente estado general», señaló el doctor, que la ve cada cierto tiempo, ya que lleva su control médico. El caso de Floribeth Mora era tan complicado que incluso el propio doctor Vargas consultó con otros especialistas a nivel internacional.

La decisión de Vargas fue finalmente la de no operar, porque su paciente podría haber perdido la vida o, en el mejor de los casos, podría haber sufrido una hemiplejia. «Los aneurismas cerebrales en general se operan a cráneo abierto o de forma endovascular. Los que no se tratan de esta forma generalmente van creciendo y nunca desaparecen», explicó el neurocirujano. Pero no sucedió así con Floribeth Mora, a quien en menos de un año le desapareció el aneurisma. El neurocirujano es prudente, y pese a que también es creyente, subraya que «para saber si es un milagro o no ya está la Iglesia». Aun así, «en la resonancia magnética cerebral de control realizada meses después de la arteriografía ya no demostraba la lesión aneurismática», destacó.

No todo neurocirujano puede presumir de haber asistido a una inspección vaticana. «Fue una nueva y única experiencia que viví con mucho respeto, tensión y alegría», dijo Vargas. En la curia metropolitana de San José se llevó a cabo el examen, pero a los detalles de la investigación no se puede acceder por petición expresa de la comisión teológica de la Congregación para la Causa de los Santos. Por eso, tanto el doctor como la familia no dan detalles de los exámenes vaticanos. Aunque si han manifestado que esperan ansiosos el anuncio de la Santa Sede. En este sentido, el cardenal Stanislaw Dziwisz ha manifestado su interés porque la canonización de Juan Pablo II se haga efectiva el 20 de octubre, día en el que se cumplen 35 años del inicio del inicio de su pontificado. Aunque desde la Curia vaticana también se barajan otras posibilidades. Este es el segundo milagro que se le atribuye al Papa Juan Pablo II, después del anuncio de la curación del párkinson a la monja francesa sor Marie Simon Pierre en 2005, dos meses después de su muerte.

No operar «fue lo mejor»

El doctor Alejandro Vargas no se arrepiente de no haber operado a Floribeth Mora. «No proceder a la cirugía fue la mejor opción», afirmó el neurocirujano a Radio Monumental de Costa Rica. Por su parte, el canciller de la curia metropolitana, Daniel Blanco, ha preferido no hacer comentarios del caso por respeto a la Santa Sede, que aún no ha hecho este milagro oficial. Aunque se espera que la comisión teológica de la Congregación para la Causa de los Santos se reúna en breve. En este país de América central sólo se ha comprobado un milagro atribuido a sor María Romero, según detalló Blanco. Toda la comunidad católica en Costa Rica está expectante ante el anuncio del Vaticano. Así, el altar que se encuentra en la puerta de la casa de Floribeth Mora se ha convertido en lugar de peregrinación.